Los datos oficiales revelan que, en los primeros ocho meses de 2025, Vietnam atrajo 26,1 mil millones de dólares estadounidenses en IED, lo que representa un aumento del 27,3 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Un indicador particularmente alentador es el capital desembolsado, que alcanzó los 15,4 mil millones de dólares, con un crecimiento del 8,8 por ciento. Este incremento demuestra la capacidad de absorción efectiva de la economía vietnamita.
Thanh Huong destacó que el sector de procesamiento y manufactura sigue siendo el líder indiscutible en la atracción de IED. El capital extranjero registrado en este sector, que incluye tanto inversión nueva como ajustes de proyectos existentes, alcanzó los 13,64 mil millones de dólares, representando el 62,9 por ciento del total del capital registrado. Estas cifras confirman el atractivo continuo de este sector para los inversores internacionales.
Aunque estos resultados iniciales son alentadores, Thanh Huong reconoció que alcanzar el objetivo anual de 40 mil millones de dólares en IED para 2025 sigue siendo un desafío.
Para mantener y mejorar la competitividad de Vietnam en la carrera regional por la inversión extranjera, los expertos económicos subrayan que es fundamental mejorar de manera persistente y sustancial la calidad del entorno inversionista.
Las recomendaciones de política incluyen la aplicación audaz de procedimientos de inversión especiales por parte de las localidades, como mecanismos de “vía rápida” y un cambio de los controles previos a los controles posteriores.
Este enfoque agilizaría los trámites y crearía condiciones máximamente favorables para atraer inversiones de alta tecnología. El objetivo es fortalecer la competitividad para atraer inversores estratégicos en proyectos de materiales semiconductores, chips, componentes, circuitos integrados y centros de investigación, desarrollo e innovación.
A nivel local, se espera que las provincias mejoren de manera tangible el entorno de inversión y negocios, intensifiquen las actividades de diplomacia y promoción de inversiones, y brinden un sólido apoyo a las empresas. También se les ha instado a revisar e informar sobre las medidas para mejorar sus Índices de Competitividad Provincial (ICP).
La actual reorganización del aparato administrativo estatal en Vietnam también se percibe como un factor clave que podría reforzar la confianza de los inversores extranjeros, generando expectativas de una reforma administrativa más profunda y un entorno de inversión más fluido en el futuro.
A pesar de los posibles inconvenientes que puedan surgir de las políticas arancelarias de Estados Unidos sobre los flujos de inversión global, Vietnam mantiene ventajas competitivas. Su infraestructura en desarrollo, fuerza laboral, políticas de incentivos y ubicación geográfica estratégica, combinadas con el compromiso del Gobierno de acompañar a los inversores, posicionan favorablemente al país en la competencia por los capitales extranjeros.