Un informe reciente del Centro Nacional de Pescadores (NFC, por sus siglas en inglés) destacó estos problemas urgentes que enfrentan los tripulantes de embarcaciones pesqueras. En respuesta, el gobierno de la provincia de Bali emitió nuevas normativas para proteger a los trabajadores marítimos y estableció una secretaría del foro regional para el período 2025–2028. Esta iniciativa busca cumplir los compromisos nacionales de mejorar las condiciones de vida de quienes trabajan en el sector pesquero.
El Ministerio de Asuntos Marítimos y Pesca dio la bienvenida a esta medida, subrayando la importancia de coordinar políticas entre las autoridades centrales y locales.
El titular de la cartera, Mohammad Abdi Suhufan, afirmó que el foro contribuirá a fomentar un entorno laboral más seguro y sostenible para pescadores y tripulantes de embarcaciones en Bali.
Advirtió sobre los riesgos persistentes en la profesión, como la exposición a condiciones climáticas extremas, horarios laborales irregulares, malas condiciones de vida y la falta de contratos adecuados, seguros y una remuneración justa.
Actualmente, el puerto de Benoa, en Denpasar —el segundo centro más grande de procesamiento y exportación de productos del mar en Indonesia— emplea a unos 15 mil tripulantes en unas 600 a 700 embarcaciones operadas por 58 empresas. Estos trabajadores son una parte fundamental del sector pesquero de Bali, que desempeña un papel clave en las exportaciones locales.
Según la organización Destructive Fishing Watch (DFW), las ventas de productos del mar desde Bali alcanzaron los 14,46 millones de dólares en marzo, lo que representa casi el 27 por ciento de los ingresos totales por exportaciones de la provincia en 2024.
El presidente Prabowo Subianto también se ha comprometido a ratificar el Convenio No. 188 de la Organización Internacional del Trabajo sobre el trabajo en la pesca, lo que reforzará la protección a nivel nacional para los trabajadores del sector pesquero.