Vietnam ha entrado en el undécimo año en respuesta a la Campaña de la Hora del Planeta. Con el lema “Ahorre energía, proteja la tierra", la campaña medio-ambiental exhorta a la comunidad que actúe para proteger la capa de ozono, el defensor de la vida en la Tierra ante la dañina radiación ultravioleta.
Una de las principales preocupaciones actuales es el agotamiento de la capa de ozono debido a la contaminación. Se han determinado como agente principal las emisiones de clorofluorocarbono (CFC).
En los últimos años, Vietnam se ha esforzado en eliminar el consumo de CFC mediante el uso de hidrofluorocarbonos (HFC). Sin embargo, en 2016, los países del Protocolo de Montreal adoptaron la Enmienda de Kigali sobre el control y la eliminación de las sustancias HFC debido a que este gas tiene un grave impacto en el efecto invernadero.
Según las disposiciones de la Enmienda, los países en desarrollo reducirán su consumo de HFC gradualmente, del cien por ciento en el período 2024 – 2028 al 90 por ciento en 2029 – 2034, 70 por ciento en 2035 – 2039, 50 por ciento en 2040 – 2044 y desde 2045 solo el 20 por ciento de consumo.
El Gobierno de Vietnam ratificó su compromiso de cumplir con la hoja de ruta para eliminar los HFC cuando esta Enmienda entre en vigor en el país indochino. Con esta implementación, los sectores y empresas tendrán la posibilidad de cambiar la tecnología, mejorar la eficiencia económica, mantener la producción sostenible, aumentar la competitividad y abrir nuevas oportunidades en los negocios, contribuyendo a la creación de empleo y el desarrollo socioeconómico.
Al respecto, el Departamento de Cambio Climático del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Vietnam está completando el informe del estudio sobre los impactos socioeconómicos cuando Vietnam se una a esta Enmienda.
Esta entidad continuará coordinando con las organizaciones internacionales y patrocinadores para dar soporte a las empresas a eliminar con éxito las sustancias reguladas por el Protocolo de Montreal, asegurando los beneficios tanto para el clima como para las empresas.
Vietnam es un país que no produce sustancias que agotan la capa de ozono, solo las importaba para combatir incendios o instalar en equipos de aire acondicionado y de refrigeración. Actualmente, el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de Vietnam está colaborando activamente con las autoridades competentes en la prevención del contrabando de sustancias agotadoras de la capa de ozono. El país sudesteasiático solo permite su entrada en los casos especiales para fines de extinción de fuego.
Por otro lado, Vietnam ha implementado el programa de aplicar la etiqueta de eficiencia energética (EEE), siendo este una solución eficaz para dar instrucciones sobre el uso de equipos de alta eficiencia y eliminar gradualmente productos obsoletos, reduciendo las emisiones de gases que afectan a la capa de ozono y causan el efecto invernadero.
Se ha implementado el programa EEE en forma voluntaria desde 2008 y en forma obligatoria desde 1 de julio de 2013. Este programa busca la aplicación de la óptima tecnología de eficiencia energética con el fin de ahorrar 480 millones de dólares en consumo, equivalente a 34 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono para 2030. El ahorro anual de electricidad será aproximadamente seis mil gigavatios-hora, correspondiente a dos centrales termoeléctricas de carbón de mil megavatios-hora.
Según las estadísticas del Ministerio vietnamita de Industria y Comercio, desde la implementación de este programa hasta junio de 2016, se ha puesto la etiqueta EEE a unos 15 mil códigos de productos. El 90 por ciento de los electrodomésticos en el mercado tiene la EEE. La Asociación de Climatización de Aire de Vietnam prevé el ahorro anual de cien millones de kilovatios-hora cuando los consumidores utilizan productos eficientes. Hasta 2017, casi todos los productos de aire acondicionado en Vietnam han sido etiquetados, con el 62,8 por ciento tiene clasificación de cuatro y cinco estrellas. Con los beneficios económicos obtenidos del ahorro de energía, los consumidores están prestando más atención a la información técnica y el consumo energético al seleccionar los productos, en vez de solo fijar en el precio y modelo como antes. Se estima que el ahorro de electricidad de los productos etiquetados alcanzará el diez por ciento en 2020 y 30 por ciento en 2030.
Por lo tanto, la aplicación de EEE no solo aporta a la protección ambiental, sino también brinda una solución de ahorro financiero a las familias al permitir a los consumidores seleccionar productos deseables de ahorro y eficiencia energética.