La producción retrata la cooperación entre ingenieros y trabajadores de ambos países en el cultivo de arroz en el municipio de Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río.
En algo más de una hora, refleja el desarrollo del Programa de Cooperación en la Producción Arrocera Vietnam-Cuba, en el que expertos vietnamitas aportaron nuevas variedades de arroz, entre ellas la híbrida CT16, lo que contribuyó a aumentar la producción en la nación caribeña.
Mientras tanto, en la Zona de Desarrollo Especial del Mariel, ingenieros y técnicos de ambos países vieron el documental visiblemente emocionados. A través de imágenes y audio natural, el público pudo apreciar los desafíos de la vida cotidiana en la región, como el intenso calor, la escasez de agua y electricidad y la abundancia de mosquitos, así como los esfuerzos que realizan constantemente los agricultores y expertos para conseguir rendimientos superiores a siete toneladas de arroz fresco por hectárea.
La obra no tiene narración, sino que comunica su mensaje mediante imágenes y emociones. Escenas de campos verdes, manos vietnamitas y cubanas sembrando juntas y sonrisas entre lágrimas de sudor ilustran con viveza la sólida amistad entre ambos pueblos.
Armando Valdés Padrón, participante del proyecto, expresó su profundo agradecimiento al pueblo vietnamita por su valiosa ayuda y sacrificios, por dejar atrás a sus familias para trabajar codo con codo con los cubanos en los campos.
Por su parte, Nguyen Thi Thu Huong, trabajadora de la empresa vietnamita Viglacera que apoyó al equipo de rodaje, afirmó que el documental refleja fielmente todo el proceso, desde las primeras inspecciones y la preparación del terreno hasta la siembra, la transferencia de técnicas y la cosecha de las primeras espigas.
Según Tu Luong, director del Centro de VTV en Ciudad Ho Chi Minh y uno de los realizadores, el documental representa un hito importante en la comunicación de cara al 65º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Vietnam y Cuba (2 de diciembre de 1960-2025).
Semillas de felicidad constituye una prueba vívida de la cooperación efectiva, el acompañamiento y la solidaridad entre Vietnam y Cuba en el ámbito agrícola, y aporta su granito de arena al fortalecimiento de la amistad tradicional, la solidaridad especial y la cooperación integral entre ambos países.