Esos planes, que fueron revelados en una reciente reunión entre sus representantes con el Primer Ministro Pham Minh Chinh, también demuestran que los inversores estadounidenses siguen atentos al desarrollo de Vietnam.
Después de casi 30 años, Coca-Cola invirtió en Vietnam un capital total superior a mil millones de dólares, con tres fábricas en las ciudades de Hanói, Da Nang y Ho Chi Minh. También inició recientemente la construcción de otra planta en la provincia sureña de Long An.
James Quincey, presidente y director ejecutivo de Coca-Cola, dijo que la multinacional quiere expandir la producción en Vietnam, planea reubicar fábricas e innovar en tecnología para desarrollarse en una dirección ecológica y sostenible.
Por su parte, el grupo SpaceX, especializado en el suministro de naves espaciales, servicios de lanzamiento de satélites y comunicaciones por satélite, planea invertir alrededor de 500 millones de dólares en Vietnam. La empresa estadounidense aspira a obtener licencia para invertir en la prestación de servicios Starlink en el país indochino.
Mientras tanto, el presidente del Grupo Pacifico Energy mostró el interés de seguir invirtiendo en las energías renovables en Vietnam y comparte la idea de desarrollar la energía eólica marina aquí.
Pacifico Energy es el mayor inversor en energía renovable de Estados Unidos en Vietnam con un proyecto de energía solar de 40 MW en la provincia sureña Binh Thuan y otro de energía eólica de 30 MW en la localidad sureña de Ben Tre.
La Asociación estadounidense de la Industria de Semiconductores y muchas empresas han venido a Vietnam para explorar el entorno de inversión como lugar para trasladar la producción de chips. Entre ellas, Amkor Technology invirtió 1,6 mil millones de dólares en la fábrica de semiconductores en la provincia norteña de Bac Ninh. Se trata de la fábrica más grande y moderna a nivel mundial de Amkor, que proyecta construir otras plantas en esa localidad vietnamita.
Mientras tanto, las empresas Marvell y Synopsis también informaron que invertirán en centros de incubación y diseño de chips semiconductores en Ciudad Ho Chi Minh.
Se puede decir que Vietnam se está perfilando como una de las bases de producción de chips de las empresas estadounidenses. Muchas corporaciones de ese país también han apoyado la capacitación de recursos humanos y otorgado patentes al país indochino para ayudar a promover y mejorar su posición en la cadena de suministro global de semiconductores.
Para lograr este objetivo, ambos países han lanzado una iniciativa con vistas a desarrollar la fuerza laboral en la industria de semiconductores, a través de una financiación inicial de dos millones de dólares del gobierno estadounidense.
De acuerdo con Andy Ho, director general del Consejo de Inversiones de la firma de gestión de inversiones VinaCapital, la disminución de las exportaciones de Vietnam al mercado estadounidense ha terminado y expresó su esperanza de que el número de pedidos comience a aumentar nuevamente.
Esto, junto con la estabilidad del tipo de cambio entre el dólar y el dong vietnamita y el crecimiento de la clase media del 10 por ciento anual -que hará que el consumo crezca durante los próximos 10 años, ayudará a que los flujos de inversión extranjera sigan influyendo hacia Vietnam, evaluó.