Se trata de una ceremonia para honrar el valor espiritual del culto a los Reyes Hung, reconocido por la Unesco como patrimonio intangible de la humanidad y un modo de preservar la cultura tradicional del período de los fundadores de la nación.
Cada año, millones de peregrinos van al Templo de los Reyes Hung en el monte Nghia Linh, en Phu Tho, con una altura de 175 metros, para conmemorar a sus antepasados y rezar por el buen tiempo, las cosechas abundantes, la suerte y la prosperidad.
La ceremonia más imponente, la fiesta ancestral que conmemora a los Reyes Hung, se celebra durante casi una semana al comienzo del tercer mes lunar.
Los aldeanos de los alrededores visten espléndidos trajes y compiten para encontrar el palanquín más hermoso y los objetos religiosos más preciados para el rito principal donde van en procesión con tambores y gongs hacia el templo principal.
El festival del Templo Hung es una ocasión para homenajear a los progenitores legendarios del estado Van Lang, el cual refleja el anhelo por la prosperidad y constituye un símbolo del espíritu comunitario.