Al intervenir en la ceremonia, el mandatario enfatizó que, durante los últimos 75 años la seguridad popular se han refirmado como una fuerza especial completamente leal al Partido, a la Patria y al pueblo.
En medio del aumento de los desafíos de seguridad no convencionales, la seguridad nacional se ha vuelto cada vez más importante para el Partido y el Estado, señaló.
En ese espíritu, el presidente sugirió que las fuerzas de seguridad realicen la tarea de proteger el Partido, el Estado y la seguridad nacional, garanticen la vida y los intereses legítimos de las personas, en contribución a la defensa de la independencia, la soberanía y la integridad territorial, y el mantenimiento de la estabilidad política y social.
Bajo cualquier circunstancia, esa unidad debe defender el principio de asegurar el liderazgo absoluto y directo del Partido en todos los aspectos de la vida, la rectoría del Presidente del Estado y la gestión unificada del Gobierno.
Esta fuerza también debe ser consciente de los requisitos actuales que son mantener la seguridad política, garantizar la seguridad y el orden social, detectar de manera oportuna los factores adversos, y frustrar todos los complots y actividades de sabotaje de las fuerzas hostiles, reaccionarias y oportunistas políticos.
Al mismo tiempo, es necesario considerar la importancia de la protección de la seguridad económica en la defensa de la seguridad nacional.
En cuanto al proceso de solución de casos complejos de seguridad, se debe anteponer la independencia, soberanía e integridad territorial de la Patria, y al mismo tiempo, respetar los derechos e intereses legítimos de las organizaciones y las personas.
En la ocasión, el presidente otorgó la Orden de Defensa de la Patria de primera clase a la Seguridad Popular por sus logros sobresalientes en la protección de la seguridad nacional.