De acuerdo con la entidad, el incremento del PIB mundial se ralentizará en todos los ámbitos, y la irreversibilidad de este proceso tendrá un profundo impacto en la capacidad para responder al cambio climático y reducir la pobreza.
Sin embargo, el BM destacó los esfuerzos de cooperación a fin de impulsar la inversión en los campos sostenibles, reducir los costos comerciales y promover el crecimiento de los servicios.
Además, el informe valoró las recientes crisis, tales como la pandemia de Covid-19 y el conflicto en Ucrania, que pusieron fin a casi tres décadas de crecimiento económico estable y aumentaron preocupaciones por la desaceleración de la productividad.
La disminución de las inversiones ralentizará el crecimiento en las economías en desarrollo, cuyo PIB caerá al cuatro por ciento durante el resto de la década de 2020.
Además, es probable que la productividad crezca a su ritmo más lento desde 2000, el crecimiento de las inversiones en 2022-2024 también será solo la mitad del ritmo observado en los últimos 20 años, y el comercio internacional aumentará a un ritmo mucho más lento.
De acuerdo con el BM, para cambiar la trayectoria y atraer más inversiones, las autoridades deben priorizar el control de la inflación, garantizar la estabilidad del sector financiero y reducir la deuda.
El aumento de las "inversiones verdes" en transporte, energía, fabricación inteligente y agricultura podría impulsar el crecimiento en hasta un 0,3 por ciento anual. Reducir los costos asociados con el transporte, la logística y las políticas también podría impulsar el comercio.
Acelerar las exportaciones de servicios digitales ayudará a impulsar la productividad, aumentar la proporción de mujeres en la fuerza laboral y promover el crecimiento mundial potencial en 0,2 puntos porcentuales por año para 2030.