También señaló que la lucha por la independencia del pueblo vietnamita se mantendría firme y durante todo el tiempo que fuera necesario. "No fue por la derrota de Japón que nos liberamos de repente. Aún tenemos que luchar con ahínco. Solo con unidad y esfuerzo nuestro país logrará la independencia", escribió.
Animó a los compatriotas a afiliarse y respaldar al Viet Minh, así como a unirse en torno al Comité Nacional de Liberación de Vietnam para recuperar la independencia de la Patria.
Al concluir la apelación, proclamó: “Ha llegado la hora de decidir el destino de nuestra nación. Que los compatriotas en todo el país se levanten y se liberen con su propia fuerza. Muchos pueblos oprimidos en el mundo emulan para avanzar hacia la independencia. No podemos demorarnos. ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Bajo la bandera del Viet Minh, compatriotas, adelante con valentía!” [1].
“Ha llegado la hora de decidir el destino de nuestra nación. Que los compatriotas en todo el país se levanten y se liberen con su propia fuerza. Muchos pueblos oprimidos en el mundo emulan para avanzar hacia la independencia. No podemos demorarnos. ¡Adelante! ¡Adelante! ¡Bajo la bandera del Viet Minh, compatriotas, adelante con valentía!”.
Nguyen Ai Quoc (seudónimo con que Ho Chi Minh firmó la carta de llamamiento)
En Hanói, la atmósfera por la Revolución estaba en ebullición. Al tiempo que la sublevación se agrandaba en los suburbios, tres mil obreros se manifestaban frente al Palacio del Residente Mayor de Tonkín, coreando “¡Apoyo al Viet Minh!” y “¡Abajo los títeres!”. Los presos políticos en la prisión de Hoa Lo reclamaban su libertad para unirse al levantamiento.
Mientras tanto, miles de trabajadores y ciudadanos de Hanói exigían a los fascistas japoneses que liberaran a dos trabajadores de Avia (una fábrica de automóviles de propiedad francesa) que habían sido arrestados por transportar armas desde Gia Lam a la ciudad en un coche japonés. El enemigo se vio obligado a ceder.
La noche del 18 de agosto, un equipo de voluntarios irrumpió en la imprenta del periódico Tin Moi (Últimas Noticias) y pidió a los empleados que imprimieran folletos y carteles para llamar a la insurrección. La bandera roja con la estrella dorada ondeaba en las calles de la capital, desde Buoi hasta Dich Vong, Tuong Mai, Mai Dong y más allá. Hanói se conmocionaba en vísperas del levantamiento.

En Bac Giang, una escuadra de autodefensa de seis o siete personas, encabezada por Ho Cong Du y Ninh Van Phan, partió de la casa comunal de Song Khe sobre las cuatro de la madrugada. A las 6:00, incursionaron en la residencia del gobernador provincial, Nguyen Ngoc Dinh, y lo obligaron a rendirse y a entregar las armas y el cuartel de guardias de seguridad bajo su mando a los revolucionarios. Inmediatamente, el ejército vietnamita envió personal para resguardar dicha instalación, cuyo jefe y la mayoría de los soldados solicitaron unirse a las fuerzas armadas revolucionarias, y se hicieron con casi 200 armas. A las 7:00, la bandera roja con la estrella dorada ondeaba en lo alto de la residencia del gobernador provincial y del cuartel de guardias.
En cuanto se enteró de que el Viet Minh había ocupado el pueblo de Phu Lang Thuong, el comandante del ejército japonés en Bac Giang inició negociaciones. En concreto, el Viet Minh se adueñaría de Bac Giang y sería responsable de mantener el orden y la seguridad en la provincia, mientras que las tropas japonesas estacionadas en toda la provincia debían retirarse a Cau Lo (Luc Ngan) y Phu Lang Thuong, sin permiso para salir a la calle con armas ni trasladar el arroz de los almacenes locales a otro lugar.
En el transcurso de esas negociaciones, las fuerzas de autodefensa y las masas de las localidades de Lang Giang, Viet Yen, Yen The, Yen Dung y Hiep Hoa confluyeron desde todas partes hacia Phu Lang Thuong, demostrando su poderío. Las calles se inundaron de banderitas rojas con estrella dorada y consignas. El gobierno títere fue destrozado por completo. La insurrección para tomar el poder en la provincia de Bac Giang conquistó una victoria total.
En la provincia de Ha Tinh, el Comité de Levantamiento de la Subregión de Nam Ha exigió, por un lado, al ejército japonés acantonado en la cabecera provincial, el pueblo de Ha Tinh, que no interfiriera en los asuntos de la población local. Por otro lado, movilizó a la gente de Thach Ha y Cam Xuyen para que cercaran Ha Tinh. El gobernador provincial, Ha Van Dai, aceptó la rendición y firmó los documentos a favor de la restitución del poder administrativo, los precintos, armas, municiones y bienes a los representantes de la Revolución.
La insurrección para tomar el poder en Ha Tinh tardó solo la mañana del 18 de agosto de 1945. Al mediodía, legiones de ciudadanos, con pancartas, banderitas y lemas, colmaron el estadio local para presenciar la toma de posesión del gobierno provisional revolucionario de la provincia, presidido por Tran Huu Duyet.

Las noticias sobre el victorioso alzamiento en Ha Tinh se propagaron rápidamente por la provincia y el país. Esa misma tarde, los comités de levantamiento de los distritos de Ky Anh y Duc Tho lideraron a las masas armadas para protestar y asediar los ayuntamientos locales, y consiguieron que los dirigentes distritales entregaran el poder al pueblo sin oponer resistencia.
En Quang Nam, desde la noche del día 17 a la madrugada del día 18, considerando oportuna la situación, la Junta Permanente del Comité de Insurgencia informó de ello a su similar del Comité Partidista Provincial, que decidió llevar a cabo el levantamiento de inmediato.
Emitida por la noche, la orden enfatizó: “El histórico destino de nuestra nación es único durante los mil años. Todos los compatriotas patriotas, todos los soldados de salvación nacional y todos los entes del Viet Minh en la provincia, tomen las armas y levántense para reclamar el poder al pueblo, sacrifíquense por la Patria, asalten el edificio del Residente colonial, los ayuntamientos distritales y locales, los puestos militares y las oficinas públicas, obliguen a los secuaces títeres y guardias de seguridad a rendirse y entregar las armas a la Revolución, eliminen a los traidores y conquisten la victoria total para el pueblo”.
La toma del gobierno en Hoi An triunfó poco después, lo que animó a otros contingentes a sumarse a la sublevación. La revolución se hizo con el control de Duy Xuyen, Dien Ban, Thang Binh, Tam Ky, Que Son, Dai Loc y otras localidades.
----------------
[1] Ho Chi Minh: Obras Completas, Editorial Nacional de Política, Hanói, 2000, tomo 3, págs. 553-554.