Así lo expresó el embajador de Marruecos en Vietnam, Jamale Chouaibi, en una entrevista concedida a la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), en la que abordó los objetivos del viaje y el estado actual de la cooperación bilateral, incluyendo los lazos parlamentarios.
Resaltó que Vietnam y Marruecos comparten muchos puntos en común: ambos promueven la paz y abogan por resolver conflictos mediante el diálogo, participan activamente en las fuerzas de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y apoyan firmemente la cooperación Sur-Sur como herramienta para enfrentar desafíos económicos, sociales y medioambientales a través del intercambio de conocimientos.
Además, dijo, son economías en desarrollo con posiciones geoestratégicas relevantes: Marruecos es la puerta de entrada de Vietnam a África y Europa, mientras que Vietnam representa el acceso de Marruecos al Sudeste Asiático.
La relación entre ambos países tiene raíces históricas que se remontan a las décadas de 1940 y 1950, cuando soldados marroquíes combatieron en Vietnam, y muchos se unieron al frente Viet Minh, rememoró el diplomático. Señaló además que monumentos como la Puerta de Marruecos en Ba Vi y la Puerta de Vietnam en Kenitra simbolizan ese vínculo especial.
Los constantes intercambios de alto nivel entre sus parlamentos han convertido la cooperación legislativa en uno de los pilares de la relación bilateral. Desde la visita del presidente de la Cámara de Representantes de Marruecos en 2017 y la de la presidenta de la Asamblea Nacional de Vietnam, Nguyen Thi Kim Ngan, en 2019, hasta los encuentros en el marco de la Asamblea Interparlamentaria de la Asean (AIPA) y las visitas recientes del secretario general del Parlamento marroquí (junio de 2024) y del presidente de su Cámara de Representantes (enero de 2025), ambas partes han mantenido una cooperación fluida, interrumpida solo por la pandemia de Covid-19.
El diplomático subrayó que los parlamentos juegan un papel crucial al sentar las bases para expandir la colaboración a otros sectores.
En la ocasión, extendió el agradecimiento a Vietnam por su apoyo para convertir Marruecos en observador de la AIPA en 2020, año en que Hanói asumió la presidencia de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Rabat busca fortalecer sus lazos con la Asean, una región clave en Asia que despierta el interés de las grandes potencias. Su adhesión al Tratado de Amistad y Cooperación en el Sudeste Asiático (TAC) en 2016 reafirma este compromiso, aseveró.
La reunión en enero entre el presidente de la Cámara de Representantes de Marruecos, Rachid Talbi El Alami, y el titular del Parlamento vietnamita, Tran Thanh Man, fue un momento importante para recalcar que la relación bilateral debe ir más allá del comercio y abrirse a áreas estratégicas como la transformación digital, energías renovables, economía circular e industria.
Ambos países cuentan con un amplio margen de colaboración a través de empresas conjuntas, transferencia de tecnología e intercambio de experiencias. El sector logístico también ofrece grandes oportunidades.
Vietnam ha evaluado el puerto de Tánger y contempla posibles hermanamientos con terminales clave como Ciudad Ho Chi Minh – Tánger-MED y Hai Phong – Agadir. Una ruta marítima directa facilitaría el comercio y convertiría a Marruecos en un punto de entrada clave para Vietnam en África.
En el ámbito financiero, se espera la realización de un Foro Económico durante la visita del dirigente parlamentario vietnamita. El objetivo es conectar centros financieros como Ciudad Ho Chi Minh y Casablanca Finance City, el principal hub financiero del continente africano, con vistas a una cooperación duradera.
Las economías de ambos países son complementarias, lo que reduce la competencia directa y favorece las sinergias. Marruecos destaca en energías renovables, la industria automotriz y los productos del mar; Vietnam, por su parte, es fuerte en procesamiento, electrónica y agricultura. Esta complementariedad ofrece seguridad y confianza a las empresas de ambas partes.
En el plano regional, Marruecos es el mayor inversor en África Occidental, una zona donde Vietnam busca ampliar su presencia más allá de sus aliados tradicionales. Marruecos, con su red de contactos y experiencia, puede ser un socio clave en esta estrategia, mientras que Vietnam puede abrirle a Marruecos la puerta al mercado de la Asean.
La cooperación bilateral ya no se limita al comercio, sino que se extiende a proyectos industriales y alianzas empresariales en sectores como fertilizantes y energías renovables, en los que ambos países tienen valiosa experiencia. Todo apunta a que esta asociación estratégica abrirá nuevas perspectivas para el desarrollo conjunto, concluyó.