En una conferencia reciente, Takeo indicó que aunque la inversión directa de Japón en Vietnam disminuyó en la primera mitad de 2022, aún registró un crecimiento impresionante de más del 59 y 45 por ciento en 2021 y 2022, respectivamente, la tasa más alta entre los miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
Una encuesta de JETRO en 2021 reveló que el 55 por ciento de las empresas niponas en la nación indochina planeaban expandir sus operaciones y prestar mayor atención a los productos de valor agregado.
A su vez, el director general de la mencionada organización, Sasaki Nobuhiko, destacó que alrededor de dos mil firmas japonesas operan en Vietnam con una inversión total de 64,5 mil millones de dólares en casi cinco mil proyectos.
También, señaló que Vietnam es el tercer mayor importador de productos japoneses, mientras que Japón ocupa el cuarto lugar entre los mercados de exportación del país indochino.
Al explicar el atractivo de Vietnam para las empresas japonesas, el gobernador del Banco Japonés para la Cooperación Internacional (JBIC), Hayashi Nobumitsu, elogió los esfuerzos de Vietnam para mantener la estabilidad macroeconómica y describió al país como un imán para los inversores japoneses.
De acuerdo con el director del Instituto Ho Chi Minh de la Universidad Nacional de San Petersburgo, Vladimir Kolotov, otro punto fuerte es la población joven, de la cual casi el 45 por ciento tiene entre 25 y 54 años de edad y otro 17,8 por ciento entre 15 y 24 años, dijo, y agregó que Japón ha recibido decenas de miles de estudiantes y aprendices vietnamitas que también han venido a trabajar para firmas japonesas después de regresar a su país de origen.
Además, Vietnam se está integrando activamente en las cadenas de producción mundiales, que lo beneficia con condiciones favorables gracias a la presencia de las principales corporaciones multinacionales, incluidos los gigantes del automóvil de Japón.