Así lo subrayó hoy el primer ministro Pham Minh Chinh durante una conferencia nacional sobre la implementación de la Resolución No. 147/NQ-CP de fecha 22 de mayo de 2025 del Gobierno sobre la Estrategia Nacional Integral para la Prevención y Respuesta a las Amenazas a la Seguridad No Tradicionales hasta 2030, con visión hacia 2045 (Resolución 147).
Minh Chinh reconoció el importante significado del evento que unifica la conciencia y las acciones de todo el sistema político y la sociedad para la lucha contra las amenazas a la seguridad no tradicionales.
El Partido y el Estado reconocieron muy tempranamente la cuestión de la seguridad no tradicional y emitieron numerosas resoluciones, estrategias y leyes para combatir las amenazas a la seguridad no tradicionales, compartió.
En particular, la Resolución 51-NQ/TW del 5 de septiembre de 2019 del Buró Político del Partido Comunista de Vietnam sobre la Estrategia de Protección de la Seguridad Nacional, la Conclusión 81-KL/TW del 4 de junio de 2024 de ese órgano sobre la respuesta al cambio climático, el fortalecimiento de la gestión de recursos y la protección del medio ambiente, señaló.
Al mismo tiempo, el sistema jurídico relacionado con la seguridad no tradicional también se ha complementado y perfeccionado, institucionalizando así los puntos de vista del Partido, internalizando los compromisos internacionales de Vietnam y satisfaciendo mejor los requisitos prácticos, agregó.
Al analizar el contexto y la situación, el dirigente comentó que las amenazas a la seguridad no tradicionales son cada vez más impredecibles y tienen un impacto fuerte e integral en todo el mundo, incluido el desarrollo sostenible de Vietnam y la vida de las personas, particularmente la pandemia de la COVID-19, el calentamiento global, los desastres naturales, el clima extremo inusual; el lado negativo del desarrollo de la ciencia y la tecnología, la inteligencia artificial, la transformación digital y el crimen transnacional, entre otros.
“El impacto de la seguridad no tradicional es universal, integral y global, por lo que debe haber cooperación y solidaridad internacionales y promoverse el multilateralismo; ningún país está seguro cuando otro está amenazado; nadie está seguro cuando el mundo se ve inseguro”, remarcó.
Al analizar la relación entre la prevención y la respuesta, el jefe de Gobierno afirmó que la primera debe ser proactiva y sostenible; mientras la segunda se implementa de manera oportuna y eficaz.
Por consiguiente, hizo hincapié en la importancia de mejorar la previsión y la alerta, comprender la situación y los acontecimientos, y adaptarse con rapidez, flexibilidad y eficacia sobre la base de datos, ciencia, tecnología, innovación y transformación digital.
Al señalar los dos objetivos estratégicos de 100 años, dijo que es necesario tener metas específicas, incluidos el desarrollo rápido y sostenible y la garantía de la seguridad y protección de las personas; así como no permitir que ocurran incidentes; y en caso de un incidente desafortunado, manejarlo con rapidez y eficacia.
Con la visión de que la prevención es estratégica, fundamental, de largo plazo, decisiva y sostenible; la respuesta se considera urgente, oportuna, eficaz, tanto repentina como regular; deben existir medidas integrales y tomar a las personas como centro y sujeto de las actividades, puntualizó.
También instó a investigar, complementar y perfeccionar las instituciones, los sistemas políticos y jurídicos de manera sincrónica y crear un corredor legal sólido para la organización de las actividades de las agencias ejecutivas en cada nivel, a fin de prevenir y responder a las amenazas a la seguridad no tradicionales; así como elevar la capacidad de pronóstico y alerta, con la aplicación exhaustiva de los logros de la cuarta revolución industrial.
Además, solicitó la promoción de la ciencia y la tecnología, la innovación y la transformación digital y la creación de un sistema de datos relativos a las amenazas a la seguridad no tradicionales, así como la movilización al máximo de recursos sociales, especialmente la cooperación público-privada.
Asimismo, urgió a innovar el pensamiento de los asuntos exteriores en el campo de la seguridad no tradicional; aumentar el papel y la posición de Vietnam en los foros de cooperación regional y global y participar en la solución de problemas transfronterizos.