En este establecimiento se atienden a 122 víctimas de esa sustancia química altamente tóxica arrojada por las tropas estadounidenses sobre el suelo vietnamita durante el pasado conflicto bélico. Muchas de ellas han sufrido enfermedades graves.
La vicepresidenta Vo Thi Anh Xuan destacó que superar las consecuencias de los productos químicos tóxicos después de la guerra es una tarea urgente y sigue siendo difícil, especialmente para las víctimas del Agente Naranja/dioxina con muchas secuelas, que afectan la salud, la calidad de vida y las condiciones económicas de las víctimas y sus familias.
Esto requiere más esfuerzos conjuntos de todos los niveles y sectores, dijo y resaltó que realizar bien este trabajo no sólo significa proteger la salud humana, el medio ambiente y el desarrollo económico y social, sino también contribuir a la lucha de los pueblos del mundo por la paz, por un mundo sin guerras y sin armas químicas.
La dirigente también sugirió que los organismos, ministerios, sectores y localidades continúen comprendiendo a fondo e implementando de modo correcto las directrices y políticas del Partido y el Estado relacionadas con la superación de las consecuencias del Agente Naranja/dioxina.
En la ocasión, también elogió y agradeció los esfuerzos que el Centro de Hanói y otros 26 similares en todo el país han realizado para ayudar a las víctimas de dioxina.
El 10 de agosto de 1961, el ejército estadounidense llevó a cabo la primera misión de rociado de lo que se denomina “agente defoliante” o “agente de desmonte” en el sur de Vietnam, dando inicio a una guerra química que duró 10 años, con aproximadamente 80 millones de litros de sustancias tóxicas dispersadas.
Vietnam tiene alrededor de 4,8 millones de personas expuestas a Agente Naranja/dioxina, de ellas alrededor de 3,1 millones son víctimas, que viven en todas las provincias y ciudades.