Una pasión por el negocio que nunca acaba

Para las diferentes generaciones de empresarios vietnamitas,  negocios para prosperar ellos mismos y hacer prosperar a su país es una pasión que los mantiene siempre activos y a la vez una motivación que los ayuda a superar todas las dificultades.
El Consejo de Empresarios de hogar de Vietnam el día de su fundación 28 de junio. (Fotografía: Khanh An)
El Consejo de Empresarios de hogar de Vietnam el día de su fundación 28 de junio. (Fotografía: Khanh An)

Dispuestos a un mayor avance

Los diálogos internos entre los miembros del Consejo de Empresas Familiares se tratan de la transferencia. Después de más de 35 años de la aplicación del Doi Moi (política de renovación), las generaciones de empresarios de la economía de mercado de Vietnam han pasado por la etapa de mayor pujanza y se han visto obligadas a pensar en un plan de transición.

Pero hallar solución a este problema ya no es tan difícil como hace varios años, a medida que surge una generación sucesora cada vez más hábil.

“Tenemos la gran convicción de que la generación joven propiciará un progreso más fuerte para las empresas, no solo por dotarse con una sólida base de conocimientos y por las tendencias de desarrollo del mercado, sino también por su simpatía y comprensión con el camino de las generaciones antecedentes”, explicó Pham Dinh Doan, presidente del Consejo de Empresas Familiares de Vietnam.

Hace ocho años, unos 20 empresarios procedentes de diversas partes del país crearon el Consejo de Empresas Familiares de Vietnam, partiendo de la necesidad de una debida preparación para el proceso de transferencia empresarial a una nueva generación, ya que, según ellos, la falta de una preparación temprana y prudente ejercería gran impacto en el desarrollo sostenible del empresariado. Aun así, debieron esperar seis años para poner a funcionar la Escuela de Formación de Empresarios de la segunda generación (F2), establecida y mantenida por los propios empresarios de la primera (F1).

Según afirmó Pham Dinh Doan, la cuestión de transferencia empresarial no solo ha sido resuelta por los mismos fundadores de la escuela, sino también gracias al apoyo de sus sucesores. “Por eso, el proceso de transición ha sido mucho más favorable”, recalcó el presidente del Consejo de Empresas Familiares de Vietnam.

De hecho, la transferencia de generación en las empresas familiares nunca ha dejado de ser un tema actual, tanto en Vietnam como en el mundo. Un estudio de Deloitte Private reveló que “un problema de una empresa se convierte en el problema de la familia después de 19 meses, y un problema de la familia puede convertirse en el problema de la empresa después de 14 meses”.

No obstante, la diferencia consiste en que, si las empresas familiares en el mundo abordan la transferencia hasta las generaciones F3 y F4 y más allá, las de Vietnam todavía se encuentran en la etapa de transición entre las generaciones de arranque y emprendedora y la F2, que son hijos de los propietarios de empresas y no tienen mucha experiencia en los negocios ni en esta esfera tan importante.

Inclusive, de acuerdo con Truong Gia Binh, presidente del Grupo de Informática líder de Vietnam FPT, por la historia muy particular de la economía vietnamita, es difícil comportarse con las fortunas cada vez más dilatadas en cada familia, y lo es aún más para las empresas familiares.

Aspiración nutritiva

“Corea del Sur, con una población menor que la nuestra, tardó menos de 60 años para figura en el décimo puesto del mundo. La población vietnamita ocupa el 15 puesto en el mundo. Por lo tanto, nuestro objetivo es llevar la economía a ese punto, con suerte mientras ustedes y yo estemos vivos”, dijo el presidente del grupo U&I, Mai Huu Tin, al iniciar una conversación con los jóvenes empresarios sucesores. Entre ellos, se encuentra su hija, miembro del primer curso de la Academia F2.

A principios de 2021 seis empresarios vietnamitas figuraban en la lista de los mayores multimillonarios a nivel mundial. Vietnam cuenta con 124 empresas, con 283 productos de marca nacional, entre las cuales algunas reafirman su posición en el mercado regional y mundial.

Cuando comenzó el movimiento de jóvenes empresarios en 1993, Vietnam ocupaba el 67 puesto en el mundo en términos de tamaño de economía. Hoy en día el país indochino se encuentra en el 47. A elevar la posición de su nación a un nivel mucho más alto ello han contribuido mucho las generaciones de empresarios aunque la mayoría comenzó de cero, con la aspiración de salir de la pobreza.

Actualmente en la nación sudesteasiática operan unas 900 mil empresas, unas 14 mil 400 cooperativas y más de cinco millones negocios familiares (entre ellos un millón 600 mil con código de impuestos). Si solo se cuentan los negocios con identificación fiscal, el número de empresarios a nivel nacional es de casi cuatro millones, y si se consideran los hogares comerciales sin identificación fiscal, el total supera los siete millones de empresarios.

Numerosas empresas y empresarios vietnamitas han tomado la iniciativa en la producción y los negocios con proyectos ambiciosos y la vista puesta en el mercado internacional. Además, existe una serie de grupos privados de gran escala, con potencial financiero y tecnología moderna, en sectores de gran importancia como la producción de automóviles, la informática, las telecomunicaciones y la agricultura.

Por otro lado, a principios de 2021 seis empresarios vietnamitas figuraban en la lista de los mayores multimillonarios a nivel mundial. Vietnam cuenta con 124 empresas, con 283 productos de marca nacional, entre las cuales algunas reafirman su posición en el mercado regional y mundial.

Sin embargo, para lograr el décimo puesto en el mundo, completar la industrialización o acabar el primer período del proceso de modernización en 2030, Vietnam necesita una mayor contribución de la comunidad empresarial. Mai Huu Tin mismo y varios empresarios creen que el fuego empresarial en cada empresario vietnamita se mantiene, se enciende y se transmite a las siguientes generaciones.

“Maximizar la capacidad de uno no es solo para la riqueza personal, sino también para crear riqueza para el pueblo vietnamita. Al hacerlo, uno puede estar orgulloso de ser vietnamita", enfatizó Mai Huu Tin.

En el contexto actual, hay muchas condiciones favorables para que los empresarios puedan sentir ese orgullo, desde el espacio cada vez más amplio del país hasta la tendencia mundial con las revoluciones científicas y tecnológicas. Es decir, existen oportunidades para que las nuevas empresas se aceleren y superen, y la cuestión depende de que los empresarios vietnamitas cultiven suficientes ideales, aspiraciones y potenciales para convertir esas oportunidades en realidad.