A horas del mediodía de este miércoles, la tormenta se encontraba cerca de la isla principal del país, Luzón, con vientos sostenidos de 85 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 105 kilómetros por hora. Su epicentro se situaba a más de 200 kilómetros al este de la provincia de Aurora.
Las fuertes precipitaciones han convertido las calles en ríos, inundando aldeas enteras, áreas residenciales, centros comerciales y arrozales, particularmente en la región de Bicol, al sureste de Manila.
Más de 32 mil personas en la región norte fueron evacuadas a más de dos mil 500 refugios, y los equipos de rescate luchan por llegar a las áreas aisladas debido a las fuertes corrientes de agua.
En la ciudad de Naga, casi 300 de las 600 aldeas están completamente sumergidas. El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, expresó su preocupación por el empeoramiento de la situación durante una reunión de emergencia. El servicio meteorológico nacional predice que Trami tocará tierra en Isabela o en el norte de Aurora a finales del día 23 de octubre o en las primeras horas del 24 de octubre.
Filipinas suele enfrentarse a unos 20 tifones o tormentas tropicales al año, que normalmente provocan graves daños económicos y pérdidas de vidas.