Según el funcionario, aunque el país disfruta de muchas ventajas para el desarrollo de la industria sin humo, como templos antiguos, centros comerciales, complejos turísticos y playas, ha enfrentado una variedad de dificultades y desafíos debido a los impactos del Covid-19 y la crisis económica mundial.
Para hacer frente a esos desafíos, Tailandia diseñó planes específicos de desarrollo turístico, incluidos programas a corto plazo, trimestrales, anuales y quinquenales, con el objetivo de aumentar el número de visitantes.
Las autoridades tailandesas se enfrascan en coordinar con socios como aerolíneas, agencias de viajes, parques temáticos, restaurantes y hoteles en la promoción del turismo. Actualmente, el país se enfoca en incentivar sus fundamentos de poder blando: gastronomía, cine, festival, arte marcial y moda.
Tailandia implementa otras medidas para atraer directamente fuentes potenciales de turistas. En concreto, para acaparar a visitantes chinos, impulsa la reanudación de los vuelos directos entre los dos países y organiza grandes festivales chinos en el país.