La Junta administrativa del Santuario de My Son, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, en la central provincia vietnamita de Quang Nam, ha innovado servicios con el fin de atraer más visitantes, especialmente a los extranjeros.
Un antiguo camino que data del siglo XII fue descubierto recientemente en una excavación en ruinas arquitectónicas en el lado este de la Torre K dentro del Santuario de My Son, en la central provincia vietnamita de Quang Nam.
El Santuario My Son, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en la provincia central de Quang Nam, recibió en el primer trimestre de este año a unos 123 mil visitantes, entre ellos, 110 mil extranjeros, más del 50 por ciento de la cifra registrada en el mismo período del año pasado.
El príncipe heredero de Japón Fumihito Akishino y la princesa Kiko visitaron la antigua ciudad de Hoi An y el santuario My Son, dos sitios del patrimonio cultural mundial en la provincia central de Quang Nam, como parte de su visita oficial a Vietnam.
El santuario de My Son es un conocido monumento histórico de la provincia de Quang Nam, en el centro de Vietnam. Su conjunto arquitectónico incluye varios templos populares del Reino Champa.
La central provincia vietnamita de Quang Nam está trabajando para preservar y defender los valores de su Santuario My Son, reconocido por la Unesco, en conjunto con el desarrollo del turismo sostenible.
El santuario de My Son, reconocido como patrimonio cultural mundial por la Unesco, se esfuerza por recibir 300 mil visitantes en 2023, según la junta directiva del sitio, ubicado en la central provincia vietnamita de Quang Nam.
El proyecto de restauración del Santuario de My Son, dispuesto en la provincia de Quang Nam y declarado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, constituye una evidencia vívida de la solidaridad, amistad y cooperación efectiva entre los Gobiernos y pueblos de Vietnam y la India.
Un proyecto agrícola pionero en Cuba con participación vietnamita está transformando la producción arrocera en Pinar del Río. Con el uso de tecnología avanzada y semillas híbridas, el rendimiento de arroz se cuadruplica, impulsando la soberanía alimentaria de la isla.