Después de dos años de implementar el Plan Regional, dijo, la tasa de crecimiento económico del Delta del Mekong en 2023 alcanzó el 6,37%, ubicándose en el segundo lugar entre seis regiones económicas de todo el país, casi 1,3 veces más alta que el promedio nacional del 5,05%.
Algunas localidades mostraron tasas de crecimiento significativas, como Tra Vinh (8,25%), Ca Mau (7,83%), An Giang (7,34%), Bac Lieu (7,24%) y, particularmente, Hau Giang, que ocupó el segundo lugar a nivel nacional con una impresionante tasa de crecimiento del 12,27%.
El ingreso per cápita aumentó 1,6 veces en comparación con 2020, alcanzando los 72,3 millones de VND (2.867 USD)/persona/año.
La estructura económica de la región continúa evolucionando positivamente y la proporción de los sectores agrícola y forestal disminuye gradualmente (30,05%), la de industria-construcción tiende a aumentar (27,62%), y la del sector de servicios creció ligeramente (37,07%).
Sin embargo, según Duy Dong, el Delta del Mekong aún presenta deficiencias, limitaciones y desafíos. En particular, el crecimiento económico de la región es bastante bueno, pero no realmente sostenible, y la escala es aún muy modesta (representa solo el 12% del PIB del país). El crecimiento económico en algunas localidades aún es lento y la reestructuración económica no ha estado a la altura de las necesidades.
Además, los vínculos de cooperación todavía son limitados, y aún no se han formado agrupaciones de producción y servicios vinculadas a la industria.
La infraestructura de transporte interregional y la infraestructura económica y técnica regional no se han desarrollado sincrónicamente. La capacidad para atraer recursos de inversión es baja y la calidad de los recursos humanos mejora lentamente.
Como Comité Permanente del Consejo de Coordinación Regional, el Ministerio de Planificación e Inversiones ha presidido y coordinado con ministerios y organismos centrales para proponer mecanismos y políticas generales y específicas de desarrollo para la región, en particular en materia de agua potable y sistemas de embalses a gran escala.
Además, el Gobierno debe adoptar políticas para desarrollar la agricultura, la silvicultura y la pesca, incluidos incentivos especiales para los productores de arroz.
Las localidades de la región pueden convertir de manera flexible la superficie planificada de tierras ineficaces para el cultivo de arroz en tierras para otros cultivos y frutas.
Junto con eso, es necesario que existan mecanismos y políticas específicas para atraer inversiones apropiadas para superar la erosión costera y de las riberas de los ríos, limitar el impacto del cambio climático, proteger los bosques y garantizar la seguridad de las personas en las zonas costeras.
Al mismo tiempo, se debe aumentar el nivel específico de las tasas de inversión para nuevas construcciones o obras de mantenimiento del tráfico en la región, y elaborar políticas para atraer recursos humanos de alta calidad en la región.