El periódico japonés informó que durante la visita se establecieron grandes acuerdos comerciales. Vietnam Airlines, la aerolínea de bandera nacional, firmó un acuerdo inicial para comprar 50 aviones Boeing 737 Max en un acuerdo valorado en alrededor de 10 mil millones de dólares.
La empresa tecnológica líder de Vietnam, FPT Software, ha anunciado una asociación estratégica con la startup estadounidense Landing AI. Synopsys, una empresa líder en diseño de semiconductores, firmó un memorando de entendimiento con una organización gubernamental vietnamita para colaborar y ayudar a la industria vietnamita de semiconductores a cultivar su fuerza laboral de diseño de chips y sus capacidades de fabricación de I+ D.
Vietnam ha sido testigo de tres auges importantes en la inversión extranjera directa (IED). La primera ocurrió cuando Honda Motor comenzó la producción local de vehículos de dos ruedas en 1997. La segunda ola abarcó el período desde principios de la década de 2000 hasta en 2008. En particular, la empresa surcoreana Samsung Electronics inauguró una base de producción de teléfonos móviles en la provincia norteña de Bac Ninh en 2009.
Se cree que el tercer auge alcanzó su pleno apogeo a mediados de la década de 2010. Al aumentar su poder adquisitivo, Vietnam se convirtió en un objetivo lucrativo para las empresas de consumo extranjeras. El gigante comercial japonés Aeon, por ejemplo, inauguró su primera tienda vietnamita, Aeon Mall Tan Phu Celadon, en la ciudad más grande del país, Ho Chi Minh, en 2014.
Ahora la visita de Biden puede desencadenar un aumento de la inversión estadounidense en Vietnam. Antes, las inversiones empresariales estadounidenses en el país indochino han sido modestas en comparación con las de potencias económicas asiáticas como Japón o Corea del Sur. A finales de 2022, la inversión directa total de Estados Unidos en Vietnam fue de 11,4 mil millones de dólares, ubicándose en el puesto 11, en general, y muy por detrás de las cifras de países como Corea del Sur (80,9 mil millones de dólares), Singapur (70,8 mil millones) y Japón (68,8 mil millones).
Vietnam está dispuesto a abandonar sus industrias tradicionales con uso intensivo de mano de obra, como la confección de prendas de vestir y el ensamblaje de productos electrónicos, hacia sectores de alta tecnología con más valor agregado. Las colaboraciones con empresas tecnológicas estadounidenses, especialmente aquellas dominantes en las áreas de semiconductores e inteligencia artificial, serán cruciales para la transformación de la estructura industrial del país.