Nat Sa fue trasladada por sus padres desde la provincia laosiana de Bolikhamxai al Hospital de Obstetricia y Pediatría de Nghe An en diciembre por consejo de médicos laosianos. Aunque la enfermedad se había detectado a tiempo, era poco probable que se curara debido a ciertas restricciones quirúrgicas en el país vecino.
Después de un cuidadoso examen y consulta, los médicos de Nghe An descubrieron un orificio de 7,5x5,3 milímetros en el tabique interventricular de la niña y decidieron realizar una cirugía para reparar el defecto.
Puesto que las intervenciones cardíacas son riesgosas y costosas, especialmente cuando la paciente no tiene seguro médico, lo que más preocupaba al equipo vietnamita era cómo garantizar el éxito de la cirugía y minimizar la carga financiera.
La operación se llevó a cabo el 13 del mismo mes durante tres horas con la técnica de abordaje transaxilar, es decir, sin necesidad de abrir el esternón. Es un método mínimamente invasivo, que evita daños y garantiza el aspecto estético a la infanta.
Nat Sa fue trasladada al Departamento de Cuidados Intensivos para aislamiento y recuperación postoperatoria. Cuando su estado mejoró, se le permitió ver a su madre y permaneció bajo supervisión médica. Fue dada de alta más de dos semanas después de la cirugía.
El día del alta hospitalaria de su hija para regresar a Laos, el padre, Santisut Keothavone, compartió emocionado que al principio su familia tuvo muchas dificultades como la barrera del idioma y la ausencia de parientes y amigos.
“Los médicos locales trataron a nuestra hija con todo el corazón, así como nos ayudaron durante nuestra estancia. No hay nada más feliz que ver a nuestra niña curada. Agradecemos mucho a los médicos vietnamitas”, dijo.