A continuación, la Agencia Vietnamita de Noticias les presenta el texto íntegro del artículo:
AL BEBER AGUA, SE RECUERDA EL MANANTIAL
To Lam - Secretario general del Partido Comunista de Vietnam
Cada año, en el mes de julio, nuestro pueblo dedica los sentimientos más sagrados y profundos a recordar y agradecer a quienes sacrificaron su vida por el país, a los héroes mártires, inválidos de guerra y soldados enfermos, aquellos que no dudaron en derramar su sangre y entregar su vida por la independencia, la libertad y la paz de la Patria. El 27 de julio de cada año es también una ocasión para que todo el Partido, el pueblo y el ejército expresen su profunda gratitud a las familias de las personas con méritos revolucionarios. La noble tradición de “al beber agua, se recuerda el manantial” se ha convertido en un hilo sagrado que conecta a diferentes generaciones de vietnamitas, una inmensa fuerza espiritual para que toda la nación se una, supere todas las dificultades y construya un país cada vez más rico, poderoso y civilizado, digno de los grandes sacrificios y contribuciones de las generaciones de antepasados.
La historia de más de cuatro mil años del pueblo vietnamita es un himno inmortal de patriotismo, voluntad indomable y espíritu de lucha inquebrantable, así como la gratitud de los vivos hacia aquellos que han dedicado su vida a la Patria. A lo largo de las arduas y sacrificadas guerras por la defensa nacional, desde la era de los Reyes Hung que fundaron la nación hasta las prolongadas luchas de resistencia contra la agresión extranjera, el pueblo vietnamita nunca se ha sometido al poder de las potencias ni ha retrocedido ante la amenaza de la invasión. Especialmente, durante los más de 95 años bajo el liderazgo del Partido Comunista de Vietnam (PCV) y los 80 años de la República Socialista de Vietnam, millones de compatriotas han caído para que la Patria se levante, para que el país obtenga la independencia, la paz y la unificación, para que el pueblo viva en libertad, prosperidad y felicidad, avanzando hacia la opulencia y la prosperidad.
No podríamos tener el día de hoy, ni tener un Vietnam renovado, desarrollado y profundamente integrado, sin el sudor, la sangre y los huesos de innumerables generaciones de soldados revolucionarios, tropas, jóvenes voluntarios, trabajadores de primera línea, madres y padres dispuestos a alentar a sus descendientes a participar en el campo de batalla y asumir las dificultades, penurias y pérdidas con el espíritu de “morir para que la Patria sobreviva” y “todo por el frente”. Junto con nuestros antepasados, más de 1,2 millones de mártires, 9,2 millones de personas con méritos revolucionarios y sus familiares en todo el país constituyen el alma inmortal de la nación y el símbolo más noble del heroísmo revolucionario vietnamita. Más de tres mil cementerios de mártires y más de cuatro mil monumentos en honor a los héroes caídos en todo el país devienen antorchas que iluminan las victorias y recuerdan a los soldados fallecidos; más de cien millones de vietnamitas ponen de relieve sus sentimientos impregnados de la moral de “al beber agua, se recuerda el manantial” y “al comer la fruta, se recuerda al cultivador” para aquellos que han coadyuvado a la nación.
El Tío Ho, como lo llaman cariñosamente al Presidente Ho Chi Minh, una vez aconsejó: “Para aquellos que han sacrificado valientemente una parte de su sangre y huesos... el Partido, el Gobierno y el pueblo deben encontrar todas las formas de asegurarles un hogar estable y, al mismo tiempo, abrir cursos de formación profesional adecuados para cada persona, de modo que puedan gradualmente valerse por sí mismos. En cuanto a los mártires, cada localidad debe construir jardines y estelas conmemorativas para registrar sus heroicos sacrificios y educar a nuestro pueblo en el patriotismo durante generaciones. Para los padres, esposas e hijos de los inválidos de guerra y mártires que no pueden trabajar y viven en la pobreza, las autoridades locales deben ayudarlos a encontrar empleos adecuados, asegurándose de que no pasen hambre ni frío”.
Cumpliendo las palabras del Tío Ho, se han promulgado múltiples políticas preferenciales, y se han entregado muchísimas “casas de gratitud” y regalos del 27 de julio a los inválidos de guerra, familiares de mártires y personas con méritos en todo el país. La Directiva No. 14/CT-TW, fechada el 17 de julio de 2017, del Secretariado del Comité Central del PCV, sobre continuar fortaleciendo el liderazgo del Partido en el trabajo relativo a las personas con méritos revolucionarios; la Resolución No. 42 NQ/TW, promulgado el 24 de noviembre de 2023 por el Comité Central del PCV, sobre continuar renovando y perfeccionando las políticas sociales para satisfacer las exigencias de la causa de construcción y salvaguarda de la Patria en la nueva etapa; y la Ordenanza sobre las preferencias para las personas con méritos revolucionarios, entre otros, son un deber, una responsabilidad, una moral, un afecto y una profunda gratitud del pueblo, el Partido y el Estado hacia aquellos que han sido “leales al país, filiales al pueblo”, sirviendo de todo corazón a la Patria y el pueblo.

Para dar continuidad la tradición nacional, las enseñanzas del Tío Ho, y las directrices del Partido y el Estado para los inválidos de guerra, las familias de mártires, los hogares beneficiarios de políticas sociales y las personas con méritos revolucionarios, debemos seguir concentrándonos en realizar algunas tareas siguientes:
En primer lugar, reforzar la dirigencia de los Comités del Partido, gobiernos, el Frente de la Patria y organizaciones sociopolíticas en la labor de atención y protección de los derechos legítimos de las personas con méritos revolucionarios. Garantizar una implementación plena y oportuna de las políticas preferenciales para los inválidos de guerra, mártires, enfermos de guerra, personas con méritos y sus familiares, así como para las familias beneficiarias de políticas sociales, evitando errores, demoras o formalismos.
En segundo lugar, revisar y perfeccionar las políticas y leyes relativas a las personas con méritos, orientadas a la equidad, la transparencia y la correcta identificación de los beneficiarios; al mismo tiempo, ampliar el alcance de las políticas hacia quienes han contribuido de manera real pero aún no han sido debidamente reconocidos. Priorizar la reforma de los trámites administrativos en el proceso de reconocimiento y resolución de derechos para aquellos que han contribuido a la lucha por la liberación nacional y la reunificación del país, así como a la construcción y al desarrollo del socialismo.
En tercer lugar, concentrar recursos para mejorar las condiciones materiales y espirituales de las familias beneficiarias de políticas sociales y personas con méritos, especialmente en áreas con dificultades, zonas remotas, fronterizas, insulares o habitadas por comunidades étnicas minoritarias, y antiguas bases revolucionarias. Impulsar programas de gratitud como construcción y reparación de viviendas solidarias, apoyo médico, rehabilitación funcional, formación profesional y generación de empleo sostenible para los hijos de las personas con méritos.
En cuarto lugar, promover activamente el papel de supervisión, inspección y participación del Frente de la Patria, las organizaciones sociopolíticas y el pueblo en la implementación de políticas dirigidas a inválidos de guerra, mártires y personas con méritos; al mismo tiempo, detectar y sancionar de manera oportuna los actos de aprovechamiento indebido o fraude en la declaración de expedientes para acceder a beneficios sociales.
En quinto lugar, intensificar la labor de divulgación y educación sobre la tradición patriótica y la gratitud a quienes han contribuido a la Revolución, especialmente entre las nuevas generaciones; integrar eficazmente estos contenidos en los programas de educación política e ideológica, actividades extracurriculares en escuelas, organismos y unidades. Elevar la conciencia y el sentido de responsabilidad ciudadana en la práctica de la tradición “al beber agua, se recuerda el manantial”.
En sexto lugar, aplicar tecnologías digitales para construir un sistema de base de datos digitales sobre personas con méritos revolucionarios, con el fin de gestionar, monitorear y evaluar las políticas de manera precisa, coherente y transparente. Establecer una conexión interinstitucional entre los niveles central y local para ofrecer un servicio más eficaz y conveniente a los ciudadanos. Aplicar avances tecnológicos en la búsqueda, la exhumación y la identificación de restos de mártires aún sin información completa.
En séptimo lugar, organizar actividades de homenaje, conmemoración, visitas y reconocimiento a las personas con méritos revolucionarios, evitando formalismos o derroche. Promover movimientos como “Gratitud” y “Todo el pueblo cuida a las personas con méritos”, vinculados con el desarrollo de zonas de nueva ruralidad, ciudades civilizadas, la defensa nacional, la seguridad pública y el bienestar social sostenible.
Estas tareas deben concretarse en programas de acción específicos para cada localidad, comunidad, sector, organismo y organización, con el más alto sentido de responsabilidad, reflejando profundamente la gratitud del Partido, el Estado y el pueblo hacia los grandes sacrificios de los inválidos de guerra, mártires y personas con méritos revolucionarios.