El “Rojo viaje” logró las metas fijadas de contribuir a elevar la conciencia comunitaria sobre la donación de sangre, superar la escasez de sangre en el verano, especialmente durante la pandemia de Covid-19, así como mejorar la capacidad de los voluntarios en las actividades de propaganda sobre el tema.
Además, el programa ha ayudado a mejorar el conocimiento público acerca de la prevención contra la enfermedad hemolítica congénita que afecta gravemente la calidad de la población.
En la ocasión, la subjefa del Estado entregó obsequios a colectivos e individuos destacados con aportes a esa actividad.