Este proceso se considera un pilar fundamental para reducir la dependencia del vehículo privado, disminuir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del entorno urbano.
La ciudad está implementando un proyecto para transformar los autobuses hacia el uso de energía eléctrica y tecnologías limpias.
De acuerdo con la hoja de ruta, a partir de 2025 todos los autobuses de nueva adquisición o sustitución deberán ser eléctricos, y desde 2030 todos los autobuses en operación utilizarán energía limpia. Si el plan se desarrolla según lo previsto, la ciudad contará con aproximadamente 3.200 autobuses eléctricos en los próximos cinco años.
Recientemente, el Servicio de Construcción de Ciudad Ho Chi Minh ha impulsado de manera activa la licitación de rutas de autobús subvencionadas, dando prioridad a las empresas que incorporan vehículos nuevos, en particular autobuses eléctricos.
Durante el período 2024-2025, la ciudad licitó 82 de las 108 rutas subvencionadas, lo que equivale al 76 por ciento, y puso en funcionamiento 627 autobuses eléctricos, que representan el 26,3 por ciento del total de la flota.
Se estima que, a comienzos de 2026, se incorporarán otros 454 autobuses eléctricos, elevando la proporción de vehículos eléctricos al 45,3 por ciento.
Según Le Hoan, subdirector del Centro de Gestión del Transporte Público, del Servicio de Construcción de Ciudad Ho Chi Minh, la experiencia internacional demuestra que el transporte público es el primer grupo de vehículos que debe transformarse para controlar la contaminación ambiental.
Sobre esta base, la ciudad continuará extendiendo el proceso a los vehículos de transporte comercial, de pasajeros, de reparto y a los pertenecientes a organismos estatales.
Asimismo, ya se han puesto en funcionamiento seis rutas de autobuses eléctricos en Con Dao y se estudia la creación de zonas de bajas emisiones en el área central y en Can Gio a partir de 2026, con el objetivo de alcanzar las cero emisiones netas antes de 2050.
No obstante, la infraestructura de estaciones de carga se considera actualmente uno de los principales cuellos de botella.
En la actualidad, la ciudad dispone únicamente de cinco estaciones de carga con un total de 56 puntos, en su mayoría de inversión privada, lo que apenas cubre las necesidades de los autobuses eléctricos en operación.
A medida que aumente el número de vehículos, el sistema actual de carga resultará insuficiente para satisfacer la demanda.
Para abordar este problema, el Servicio de Construcción propone instalar estaciones de carga en 19 muelles y aparcamientos estratégicamente ubicados. Esta medida permitiría cubrir las necesidades de carga y, al mismo tiempo, generar ingresos para el presupuesto mediante el arrendamiento de los derechos de explotación de activos públicos.
Se prevé que estos ingresos superen los 834 mil dólares anuales y que se destinen prioritariamente a la reinversión en infraestructura de transporte.
Según las estimaciones, para llevar a cabo plenamente la transición de los autobuses hacia vehículos eléctricos, la ciudad necesitará alrededor de 84,6 millones de dólares, destinados principalmente a subsidios de intereses para la inversión en vehículos y estaciones de carga.
El subdirector del Servicio de Construcción, Bui Hoa An, señaló que la ciudad está estudiando políticas de apoyo sólidas, como subsidios de interés, incentivos fiscales y tarifarios, así como mecanismos de reparto de riesgos, con el fin de atraer inversión empresarial y garantizar la viabilidad y sostenibilidad del proceso de ecologización del transporte público.