En su intervención, el viceministro de Agricultura y Medio Ambiente de Vietnam, Nguyen Hoang Hiep, expresó su convicción de que, gracias al espíritu de solidaridad y creatividad, “construiremos juntos un futuro más seguro, no solo para Vietnam, sino también para toda la región de la Asean”.
El subtitular subrayó que la elección de la Universidad Nacional de Educación de Hanói como sede del evento no fue casual, sino una decisión deliberada destinada a reafirmar que la educación constituye uno de los pilares esenciales para construir un futuro resiliente frente a los desastres naturales.
En un contexto de crecientes desafíos climáticos, Pauline Tamesis, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Vietnam, destacó la necesidad de movilizar recursos para fortalecer la resiliencia, no solo para responder ante los desastres, sino también para prevenirlos y mitigarlos.

Asimismo, hizo hincapié en el papel clave de la Asociación para la Reducción del Riesgo de Desastres en Vietnam, una plataforma donde el Gobierno vietnamita, las agencias de la ONU, los donantes internacionales y la sociedad civil unen esfuerzos para adoptar un enfoque coherente en la reducción de riesgos. Llamó a reforzar la gobernanza y a empoderar a los jóvenes y a las comunidades con el fin de construir un Vietnam más resiliente y próspero.
Con motivo del evento, el comité organizador presentó un balance de las actividades de dicha Asociación. En 2024, tras el paso del tifón Yagi, 31 organizaciones internacionales brindaron ayuda a Vietnam. El Ministerio de Agricultura recibió más de 220 toneladas de suministros humanitarios, valoradas en 2,3 millones de dólares.
Ese mismo día, en el aeropuerto internacional de Noi Bai, la Dirección de Gestión de Diques y Prevención de Desastres recibió el primer envío de ayuda de emergencia de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), destinado a apoyar a los habitantes de la provincia de Bac Ninh.