Indonesia, el mayor exportador de carbón térmico del mundo, suspendió sus ventas al exterior el 1 de enero después de que la empresa estatal de energía reportó niveles peligrosamente bajos en el inventario de combustible de sus centrales eléctricas nacionales.
La medida de Filipinas sigue a solicitudes similares de otros gobiernos asiáticos como Japón y Corea del Sur.
Cusi pidió al Ministerio de Asuntos Exteriores que interceda y apele en nombre de Filipinas a través del mecanismo de cooperación de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean).
La prohibición elevó los precios del carbón en China y Australia la semana pasada, mientras que decenas de embarcaciones programadas para transportar ese producto a los principales compradores como Japón, China, Corea del Sur e India se han quedado en el limbo frente a Kalimantan, donde se encuentran los principales puertos carboníferos de Indonesia.
Filipinas, que todavía depende en gran medida del carbón para la generación de energía, compra la mayoría de ese suministro a Indonesia y otra parte, a mayores precios, a Australia y Vietnam.
Casi el 70 por ciento de las 42,5 millones de toneladas del carbón usado por Filipinas en 2020 fue importado, según datos del gobierno.
La energía generada por carbón comprende alrededor del 60 por ciento del abasto del país, y en 2021 el país obtuvo 2,3 millones de toneladas por mes de Indonesia para alimentar sus plantas de energía.