Periodismo impreso

Época de opciones

Aunque los medios digitales se imponen cada vez más, siempre se intenta preservar los valores de la prensa escrita. El recurso de supervivencia estriba en la capacidad de especializar los contenidos, lo que ayuda a las agencias periodísticas a diferenciarse de las demás, especialmente de la prensa electrónica y las redes sociales. Un nicho de mercado, en mis palabras.
Oficiales acantonados en la isla de Truong Sa (Spratly), del homónimo archipiélago vietnamita, leen el periódico Nhan Dan. (Fotografía: Dang Khoa)
Oficiales acantonados en la isla de Truong Sa (Spratly), del homónimo archipiélago vietnamita, leen el periódico Nhan Dan. (Fotografía: Dang Khoa)

Resulta evidente que el boom del internet, la tecnología de telecomunicación y las plataformas digitales han ejercido un impacto negativo en el periodismo convencional. Ante la creciente popularidad de los recursos en línea, cada vez más gente elige informarse a través de canales virtuales en lugar de los periódicos impresos.

Puntos brillantes en un decadente panorama

Desde 2015, numerosos periódicos de todo el mundo incorporan códigos QR en sus publicaciones para facilitar el acceso a sus contenidos digitalizados. La empresa de cosméticos Nivea incluyó incluso un chip localizador en su anuncio “Sun Band”, que se publicó en el famoso semanario brasileño Veja Rio. Las madres podían arrancar la tira de papel del anuncio y envolverla alrededor de la muñeca de su hijo, sincronizar la pulsera con su teléfono en la aplicación móvil de la empresa y disfrutar tumbadas en la playa mientras estaban al tanto del paradero exacto de su hijo.

Un ejemplo de esta tendencia en Vietnam fue el lanzamiento en 2015 de la revista Đẹp (Belleza) de una aplicación celular que permitía a los lectores escanear ciertas páginas impresas para acceder a contenidos ampliados como vídeos, plataformas electrónicas y álbumes de fotos digitales. La tecnología, llamada realidad aumentada, se emplea hoy día en numerosas campañas de comunicación móvil.

Evidentemente, el cambio de ofertas a los lectores ha repercutido de manera significativa en los medios tradicionales, varios de los cuales se las arreglan para consolidar su posición, amenazada por las descendientes suscripciones e ingresos por anuncios. Algunos intentan adaptarse presentando plataformas digitales propias o enfocándose en contenidos en la red, pero esto no basta para refrenar el declive.

Un informe del Pew Research Center, con sede en Estados Unidos, reveló que la circulación de los diarios en el país ha caído a la mitad desde su apogeo a mediados de la década de 1980. Del mismo modo, en el Reino Unido, el número de periódicos impresos cayó de 89 en 1980 a 49 en 2018, según el Sindicato Nacional de Periodistas.

Statista vaticina que los ingresos publicitarios mundiales de los los diarios sólo alcanzarán los 34,86 mil millones de dólares este año, y los de las revistas impresas los 13,73 mil millones de dólares, mientras que los periódicos electrónicos podrían crecer hasta los 119 mil millones de dólares.

A pesar de estos retos, la prensa escrita todavía tiene lectores devotos. Siguen desempeñando un valioso papel al proporcionar información en profundidad, análisis y comentarios sobre una amplia gama de temas. Frente a la embestida digital, algunas publicaciones han logrado incluso prosperar atendiendo a nichos de lectores y ofreciendo una perspectiva única.

Según datos de la Asociación de Medios de Revistas, las revistas de lujo y moda experimentaron un aumento del 1,7 por ciento en la circulación total en 2019, en comparación con una disminución del 3,3 por ciento de las demás categorías de revistas.

Robb Report, una revista de estilo de vida de lujo que cubre sectores como viajes, moda y alta cocina, ha registrado un incremento del 20 por ciento en las suscripciones a largo plazo a su versión impresa en los últimos años.

Del mismo modo, The New Yorker, una revista semanal que cubre la política, la cultura y las artes, anunció un aumento del cinco por ciento en el número de personas que compran su edición impresa en 2019, con una circulación total de más de un millón de copias. Mientras tanto, en Asia, Vogue China se convirtió en la versión más exitosa de esta revista de lujo, con una tirada mensual de 1,6 millones de ejemplares. La marca Zenith prevé que los ingresos publicitarios de las revistas de estilo de lujo podrían crecer hasta un 8,2 por ciento anual.

Tratar de encontrar los factores de supervivencia

De hecho, no todos los diarios impresos han perdido su oportunidad de supervivencia, lo ocurrido en la era post-Covid-19 ha demostrado que hay excepciones. Contrariamente a la tendencia de cambio a medios digitales tanto por parte del público como de los anunciantes, la demanda de noticias fiable es cada vez mayor. La pandemia ha enfatizado la importancia de la información precisa y veraz y, como resultado, ha incrementado la demanda de periódicos y revistas impresos capaces de proporcionar noticias profundas y fidedignas.

Según un informe de 2021 del Pew Research Center, el 22 por ciento de los estadounidenses encuestados afirmaron confiar en la información política impresa, frente al 13 por ciento de las redes sociales y el 9 por ciento de los periódicos en línea. En Europa, según las cifras del Eurobarómetro de 2021, el 42 por ciento de los encuestados de la Unión Europea expresó su confianza en las noticias publicadas en periódicos y revistas impresos, mientras que sólo el 36 por ciento confiaba en los sitios de noticias en línea.

¿Y en Asia? Una investigación de Edelman de 2021 muestra que la confianza en los medios de comunicación tradicionales, incluido el periodismo impreso, sigue siendo alta en los países asiáticos. El 59; el 55 y el 53 por ciento de los encuestados en China, Singapur y Corea del Sur, respectivamente, confían en los medios tradicionales. Los demás no dudan cuando se enteran de una noticia en las redes sociales. Una encuesta realizada en 2020 por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo reveló que los lectores japoneses confían más en el periodismo tradicional que en las noticias en línea.

Un Informe de Noticias Digitales realizado en 2021 señala que en Corea del Sur, Hong Kong y Taiwán (China) ha aumentado la confianza en las noticias. También revela que los lectores de estos países confían más en las fuentes de noticias tradicionales, incluido el periodismo impreso, que en los medios digitales.

Hace poco tuve un intercambio franco con un redactor jefe de un periódico. Expresó su preocupación por el futuro del periodismo porque cree que, sin una gran transformación digital, será difícil evitar el declive del sector en los próximos años. Estuve de acuerdo con su opinión, pero hice hincapié en que la estrategia de transformación digital no consiste en gastar dinero en una serie de medidas tecnológicas, como hacen algunos medios.

Definir el propio mercado y convertirse en un especialista en ese campo, basándose en un ecosistema que incluya plataformas de comunicación tradicionales y modernas, crear trabajos de calidad y de conformidad con los gustos de los lectores, será una forma de sobrevivir y mantenerse firme en la tormenta digital. Así fue como Vogue, Robb Report o The New Yorker han encontrado el "nicho de mercado" y se hicieron únicos y diferentes en su propio nicho.

En general, el periodismo impreso está en declive, pero no es necesariamente una señal de muerte. Más bien representa un cambio en la forma en que los lectores perciben la información. Por ello, los medios de comunicación deben seguir innovando si quieren seguir siendo relevantes y tener éxito.

Según las estadísticas de Statista Market Insights, se espera que los ingresos mundiales del periodismo impreso alcancen los 127.170 millones de dólares en 2023, frente a los 130.460 y 140.830 millones de dólares de 2021 y 2022, respectivamente. Esta tendencia seguirá descendiendo hasta los 110 620 millones de dólares en 2027.

Según las estadísticas de Statista Market Insights, se espera que los ingresos mundiales del periodismo impreso alcancen los 127,17 mil millones de dólares en 2023, frente a los 130,46 mil millones de dólares y los 140,83 mil millones de dólares de 2021 y 2022, respectivamente. Esta tendencia seguirá descendiendo hasta los 110,62 mil millones en 2027.