Vu Duc Giang, presidente de la Asociación de Confección-Textiles de Vietnam (VITAS), dijo que en la actualidad, no solo los pedidos comunes y baratos van a las empresas vietnamitas; sino que también los socios transfieren al país indochino pedidos de prendas complejas y de alta clase, gracias a la buena capacidad de producción y gestión.
La motivación para que las marcas vengan al mercado vietnamita son los programas de desarrollo sostenible, ecologización, gobernanza digital y economía circular en la nación sudesteasiática, señaló.
Se trata de una solución en aras de alentar a las empresas en el campo a que promuevan las ventas por diseño, creatividad y minimizar la producción de bienes procesados para los socios.
Se espera que el mercado se recupere pronto en el segundo y tercer trimestre de este año, por lo que los pedidos de los socios aumentan nuevamente y, en ese sentido, resulta necesario tener una fuerza laboral estable y altamente calificada, a fin de responder a las demandas, remarcó.
Los acuerdos comerciales entre Vietnam y sus socios son la fuerza impulsora para promover el cambio de inversión desde extranjero al país, lo cual ayuda a las empresas nacionales a diversificar los mercados y productos, apuntó.
Además, la rama ha trabajado por reducir las importaciones, aumentar la localización de materias primas nacionales, lo que facilita las actividades de las entidades domésticas, especialmente en las fuentes de materias primas para la producción.
En 2023, la industria de confección y textil planea superar todas las dificultades y desafíos para alcanzar un valor de exportación de alrededor de 45 a 47 mil millones de dólares.
