Duong Lam en la ciudad de Son Tay, Hanói, está demostrando ser un destino idílico para quienes buscan una experiencia cultural formal pero inmersiva. A medida que el pueblo despliega sus capas históricas, se erige como un testimonio de la coexistencia armoniosa de tradición e innovación en el corazón de Vietnam.
En medio del ajetreo y el bullicio de la modernidad, Duong Lam se mantiene firme en la preservación de sus profundas características antiguas. Los lugareños, profundamente arraigados en su herencia cultural, han elegido actuar como administradores, contribuyendo al desarrollo del turismo comunitario. Este compromiso no sólo ha mantenido la autenticidad del pueblo, sino que también ha dado como resultado un notable aumento del 30 por ciento en el número de visitantes con respecto al año anterior, con alrededor de 120 mil turistas recibidos este año.
Emma, la hija de la embajadora de Noruega en Vietnam, estaba muy emocionada de probar el che lam o barras de arroz pegajoso y jengibre. Ella y su madre lo saborearon con deleite, asintiendo con la cabeza en señal de aprobación y diciendo "¡Ngon qua!" (Qué delicioso) en vietnamita. Aún más alegremente, la embajadora declaró: "Este es mi dulce vietnamita favorito. Es perfecto, no demasiado dulce y tiene un perfil de sabor complejo. No hay nada igual en Noruega".
Este significativo viaje ayudó a la familia de la diplomática noruega a comprender y conectarse mejor con la cultura vietnamita.