Se trata de la visita de mayor nivel entre ambos países en casi dos décadas y se produce en un momento especialmente simbólico, ya que Vietnam y Angola se preparan para conmemorar el 50º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas (el 12 de noviembre), recalcó el embajador.
Este viaje reviste de una gran importancia histórica y simbólica, al reflejar el aprecio de Vietnam por sus vínculos con Angola, además de aportar un renovado impulso político para fortalecer la cooperación bilateral en todos los ámbitos, aseveró.
Durante la visita, ambas partes firmarán numerosos acuerdos de cooperación clave y celebrarán reuniones de alto nivel entre Ministerios y empresas, dijo y señaló que es una oportunidad para revisar el cumplimiento de los acuerdos vigentes, definir nuevas áreas prioritarias y construir un marco legal que facilite futuras iniciativas conjuntas.
Expresó la convicción de que esta visita establecerá una base firme para iniciar una nueva etapa en las relaciones entre nuestros países, no solo en el plano político, sino también ampliando la cooperación económica y cultural.
Respecto a la cooperación económica bilateral, destacó que el potencial es enorme, pero hasta ahora no se ha explotado de manera efectiva.
Con una población cercana a los 36 millones de habitantes, Angola representa un mercado de consumo con gran proyección en África, especialmente en sectores como bienes de consumo, productos agrícolas procesados, artículos farmacéuticos y equipos tecnológicos. Además, cuenta con abundantes recursos naturales, amplias tierras cultivables y una red hidrográfica que facilita la producción agrícola.
Por su parte, Vietnam tiene fortalezas notables en producción, procesamiento y exportación de productos que responden bien a las necesidades del mercado angoleño. No obstante, el comercio bilateral aún se sitúa entre los 150 y 200 millones de dólares anuales, una cifra modesta en comparación con el potencial real.
Ámbitos como petróleo y gas, telecomunicaciones, agricultura, salud y formación profesional son prioritarios para Angola, y en todos ellos Vietnam posee una valiosa experiencia. Actualmente, ambos países están negociando acuerdos para fomentar la inversión y evitar la doble imposición, además de memorandos sobre comercio, industria y agricultura, con el objetivo de establecer un marco legal claro y favorable para una cooperación empresarial sostenible a largo plazo.
En particular, Angola está implementando su Estrategia Nacional de Desarrollo 2023-2027, centrada en la industrialización, la agricultura sostenible y la transformación digital, áreas en las que Vietnam puede compartir su experiencia a través de un modelo de desarrollo mutuo, más allá del simple intercambio comercial.
“Estoy convencido de que, tras esta visita, presenciaremos una nueva ola de cooperación económica bilateral, más práctica y eficiente”, ratificó.
La comunidad empresarial vietnamita en Angola, compuesta principalmente por pequeñas y medianas empresas, desempeña un papel clave como puente en el fortalecimiento de las relaciones entre ambos países. Aproximadamente ocho mil vietnamitas residen en Angola y trabajan en sectores como la construcción, el comercio, la electrónica, la educación y la sanidad. Su espíritu de trabajo, creatividad y capacidad de adaptación han sido fundamentales para su consolidación en el mercado local.
El gobierno angoleño está avanzando en reformas para mejorar el entorno de inversión: ha simplificado trámites, ofrece exenciones fiscales para proyectos estratégicos y está desarrollando zonas económicas especiales con un modelo de ventanilla única. Además, la moneda nacional, el kwanza, muestra signos de estabilización, lo que genera condiciones más favorables para los inversores extranjeros. Angola busca atraer inversión en sectores clave como agricultura, procesamiento de alimentos, industria farmacéutica, logística, telecomunicaciones, educación, finanzas y tecnología digital.
Con la mejora progresiva del entorno de inversión y la posición estratégica de Angola en África, esta visita de alto nivel abre nuevas oportunidades para una cooperación más concreta y eficaz. Las empresas vietnamitas, desde grandes corporaciones hasta pequeñas firmas, deben acercarse a Angola con una mentalidad orientada a alianzas estratégicas a largo plazo, con el objetivo de construir cadenas de valor sostenibles en un continente lleno de potencial, concluyó.