Según la corresponsalía de la Agencia Vietnamita de Noticias en Tokio, a principios de este mes, decenas de trabajadores coterráneos se reunieron en la sede de la empresa Nekuseru, en la prefectura de Chiba, para reclamar el pago de sus salarios de septiembre y octubre.
Después de saber del incidente, Phan Tien Hoang, jefe de la junta de gestión laboral de la Embajada de Vietnam en Japón, viajó a Chiba para trabajar con los empleadores vietnamitas, los representantes de Nekuseru, la empresa que contrató a los conciudadanos y las autoridades de la ciudad de Toyota (prefectura de Aichi).
El diplomático señaló que Nekuseru adeuda salarios a aproximadamente 150 trabajadores vietnamitas, y los representantes de la Embajada vietnamita han trabajado con la Oficina de Inspección de Normas Laborales de Toyota, que es responsable de abordar las cuestiones relacionadas con el trabajo.
Según autoridades locales, en el momento en que los representantes de la Embajada trabajaron con la ciudad de Toyota, el propietario de Nekuseru no se había declarado en quiebra y seguía operando. Por lo tanto, las autoridades no tenían fundamentos legales para abordar el caso. En caso de que Nekuseru se declare en quiebra, la administración de la prefectura congelará las cuentas bancarias de la empresa para pagar primero una parte de los salarios de los trabajadores. Si los fondos de la cuenta son insuficientes, activará un plan de pago de la deuda del gobierno.
El representante de la Embajada guió a los trabajadores vietnamitas en la presentación de solicitudes a las autoridades japonesas, exigiendo una compensación salarial respaldada por el gobierno debido al impago prolongado de Nekuseru. Los funcionarios de la prefectura de Chiba recibieron formalmente estas solicitudes. Con base en las peticiones presentadas, las autoridades requerirán que Nekuseru proceda con los procedimientos de pago de la deuda.
Los trabajadores vietnamitas con salarios impagados habían llegado a Japón con visas de ingenieros, técnicos e intérpretes y fueron reclutados directamente desde Vietnam. Estas personas fueron empleadas por Nekuseru, que luego las envió a otras empresas japonesas bajo acuerdos de arrendamiento de mano de obra. Las empresas que contratan a trabajadores de Nekuseru no pagan directamente a los trabajadores, sino que transfieren sus salarios a Nekuseru, que es la responsable de realizar los pagos.
La junta de gestión laboral ha proporcionado arroz a los trabajadores vietnamitas para ayudarlos a superar las inconveniencias actuales y ha solicitado a la prefectura de Chiba y a la ciudad de Toyota que implementen medidas de apoyo específicas y prácticas para los coterráneos que enfrentan dificultades debido a los salarios impagos.