En 2019, la práctica ritual del Then fue inscrita por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, convirtiéndose en motivo de orgullo y recordatorio de la responsabilidad de preservar la cultura.
Entre los pueblos Tay y Nung, el canto Then acompaña ceremonias como el primer mes de vida, rituales de protección, otorgamiento de títulos y celebraciones de longevidad, siendo cada canto una plegaria y una expresión de fe.
La artesana Nong Thi Lim (85 años, en la provincia de Lang Son) explicó que al cantar Then no solo interpreta para su comunidad, sino que conecta con ancestros y la naturaleza, en contribución a fortalecer la cohesión social.

Artísticamente, el canto Then combina música, poesía, danza y vestimenta tradicional, creando un espacio integral de manifestaciones folclóricas.
La artesana Hoang Thi Bich Hong (en la provincia de Thai Nguyen) destacó que el canto refleja la vida espiritual, histórica y social, en contribución a conservar la memoria colectiva.
El Then también educa en valores éticos, promoviendo lo “verdadero, bueno y bello”, y protege las costumbres y tradiciones. Actualmente se distingue el Then escénico (arte y cultura) y el ritual (equilibrio espiritual).
La difusión del Then se mantiene gracias a generaciones de artesanos como Hoang Thi Bich Hong, Nong Thi Lim, Nguyen Van Tho y Trieu Thuy Tien, junto a jóvenes artistas como Xuan Bach, que lo llevan a aulas y al turismo comunitario. En 2017, el canto se presentó en París, impactando al público internacional y demostrando su proyección más allá de fronteras.
La preservación y promoción del Then requiere no solo la dedicación de los artesanos, sino también la participación de la comunidad y las nuevas generaciones. En la vida moderna, el Then sigue siendo un “manantial de frescura”, nutriendo el alma, uniendo comunidades y creando puentes culturales con amigos internacionales.