Economía de Vietnam – Mirada retrospectiva al proceso de 35 años de renovación

Vietnam entró en un proceso de renovación e integración internacional con un "equipaje" obsoleto y cerrado. Sin embargo, después de más de 35 años de este período, el país ha salido del subdesarrollo y se ha convertido en una nación de ingresos medios con una economía de mercado dinámica y fuertemente integrada. Por lo tanto, el país ha alcanzado un crecimiento económico fuerte, continuo e inclusivo, garantizando que toda la gente se beneficie del proceso de desarrollo.

Logros económicos sobresalientes

Durante la transición de una economía obsoleta y subsidiada a otra de mercado con orientación socialista, Vietnam se ha convertido en una referencia de crecimiento en la región y el mundo con muchos logros notables. La economía no solo ha crecido en tamaño, sino también en calidad, y la vida material y espiritual de la gente ha mejorado significativamente.

En concreto, si en el primer período de renovación (1986-1990), el crecimiento medio anual del Producto Interno Bruto (PIB) fue solo del 4,4 por ciento, en el período posterior (1996-2000), esta cifra alcanzó el 7 por ciento.

Desde el inicio del XII Congreso Nacional del Partido Comunista de Vietnam (PCV) hasta la fecha, con la drástica gestión y alta determinación del Gobierno, el país ha ido renovando paulatinamente su modelo y la calidad del crecimiento. Gracias a eso, el PIB en la etapa 2016-2019 creció 6,8 por ciento, alcanzando el objetivo establecido del plan quinquenal 2016-2020 del 6,5 por ciento al 7 por ciento.

Aunque en 2020 todo el mundo se vio muy afectado por la pandemia del Covid-19, la economía de Vietnam expandió casi un 3 por ciento y fue uno de los pocos países que registró un crecimiento económico positivo en la región y el mundo. La escala de la economía se ha ampliado significativamente, en 2019, el PIB alcanzó alrededor de 262 mil millones de dólares, un aumento de 18 veces en comparación con el primer año del proceso de renovación, y el ingreso per cápita anual llegó aproximadamente a dos mil 800 dólares.

Además, la calidad del crecimiento mejoró y la productividad laboral aumentó del 4,3 por ciento por año en el período 2011-2015 al 5,8 por ciento por año en los cinco años posteriores. La contribución promedio de la productividad total de los factores (PTF), en la etapa 2016-2020, alcanzó alrededor del 45,2 por ciento, superando la meta establecida del 30 al 35 por ciento.

La macroeconomía se mantuvo básicamente estable y los mercados funcionaron satisfactoriamente, creando condiciones favorables para que la gente y las empresas se centrasen en la producción y los negocios. La tasa de inflación se controló gradualmente, desde el nivel de tres dígitos en los primeros años del proceso de renovación hasta solo el 4 por ciento en el lapso 2016-2020.

El crédito, un canal importante para las actividades productivas y comerciales, ha registrado un buen crecimiento. El mercado de divisas se ha gestionado de forma flexible, la dolarización ha disminuido a lo largo de los años, las reservas de divisas ha aumentado y la confianza de la gente en la moneda nacional se ha consolidado firmemente.

La economía se ha dirigido hacia la modernización, la proporción de los servicios y de sectores comerciales e industriales ha aumentado rápidamente, convirtiéndose en el principal motor de desarrollo del país, mientras la del sector agrícola ha encogido.

Se han desarrollado muchos otros motores de crecimiento además de empresas de propiedad estatal y con inversión extranjera. La economía privada ha crecido con pujanza y el número de nuevas firmas ha incrementado rápidamente tanto en cantidad como en capital registrado. La ola de emprendimiento creativo se ha extendido ampliamente con muchos modelos comerciales únicos y efectivos.

Se han priorizado la capacitación de los recursos humanos calificados, bien capacitados y capaces de aplicar la alta tecnología a la producción y los negocios. Se ha centrado en la construcción del sistema de infraestructura de manera moderna y sincrónica.

El aparato gubernamental ha desempeñado bien el papel de un Gobierno de constructivismo al simplificar muchos procedimientos administrativos, creando un entorno empresarial y de inversión favorable para concentrar y transformar los recursos de todos los sectores económicos en el desarrollo socioeconómico.

El consumo interno y la inversión siguen siendo dos pilares importantes de la economía. Las ventas minoristas totales de bienes y servicios aumentaron continuamente (en el período 2011 - 2019, el incremento promedio de este sector fue de aproximadamente un 12,8 por ciento).

Gracias al desarrollo de la ciencia - tecnología, el mercado minorista ha cambiado gradualmente, de los canales de venta tradicionales a los modernos. Las empresas se adaptan de manera flexible a los cambios en los comportamientos de compra y los gustos de los consumidores, en especial las compras en línea cada vez son más populares.

El capital de inversión para el desarrollo en el período 2011 - 2020 alcanzó más de 647 mil millones de dólares, un alza promedio del 10,6 por ciento por año. El capital del presupuesto estatal y los bonos del Gobierno alcanzaron el 20,8 por ciento de la inversión social total, centrándose en proyectos clave de infraestructura socioeconómica.

El capital de inversión extrapresupuestaria aumentó rápidamente del 36 por ciento en 2010 al 46 por ciento en 2020. La inversión extranjera directa incrementó considerablemente con muchos proyectos a gran escala y de alta tecnología, lo que generó muchas oportunidades de cooperación en la producción y los negocios.

El entorno empresarial nacional ha mejorado y la competitividad nacional se ha fortalecido. El Gobierno continuó esforzándose por acelerar la reforma administrativa y reducir las condiciones para los negocios.

La clasificación de Vietnam en el ranking de entorno empresarial del Banco Mundial (BM) subió del puesto 88 en 2010 al 70 en 2019. El entorno competitivo nacional ha mejorado gradualmente. El marco legal sobre competencia también se ha perfeccionado, creando una premisa para resolver muchos litigios.

Según el Informe de Competitividad Global 2019 anunciado por el Foro Económico Mundial (WEF), Vietnam ocupó el puesto 67 entre 141 países y territorios en el ranking, subiendo 10 escalones con respecto al año anterior, con la mayoría de los indicadores mejorados.

Aumentar la resiliencia a los choques

Con el espíritu de que Vietnam está dispuesto a ser amigo y socio confiable de todas las naciones del mundo, el país ha marcado el primer hito importante en el período de integración económica internacional con su incorporación en 2007 a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Vietnam ha negociado y firmado activamente numerosos tratados de libre comercio (TLC) de nueva generación bilaterales y multilaterales.

Más recientemente, la nación rubricó dos acuerdos con gran potencial, a saber: el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (EVFTA) y el Acuerdo de Asociación Económica Integral Regional (RCEP). La integración ha impulsado el intercambio comercial y aumentado el volumen de importación y exportación de Vietnam.

En los últimos 10 años, el mercado de exportación se ha expandido, Vietnam ha enviado mercancías a más de 200 países y territorios y es actualmente una de las 10 economías más abiertas del mundo. La proporción de importación-exportación/PIB ha aumentado continuamente a lo largo de los años (del 136 por ciento en 2010 a aproximadamente el 200 por ciento en 2019).

En el contexto de la evolución complicada de la pandemia del Covid-19 que ha afectado negativamente a la economía mundial, la balanza comercial vietnamita registró un superávit récord en los primeros 11 meses de 2020, de hasta 20 mil 100 millones de dólares.

A principios del siglo XXI, la situación económica, política y social internacional ha experimentado muchas fluctuaciones e incertidumbres con las relaciones cada vez más complejas y poco claras. El Covid-19, el cambio climático, los fenómenos climatológicos extremos y los desastres naturales ocurridos en 2020 refuerzan aún más la tendencia anterior.

Con tantos vaivenes, no existe un sistema de solución estereotipado y rígido que pueda ser efectivo para la gestión socioeconómica del país. Por tanto, el Partido y el Estado de Vietnam han identificado la necesidad de mejores mecanismos a fin de mejorar la amortiguación de los choques y crear condiciones para la mitigación de las consecuencias causadas por estos en la economía nacional.

Vietnam ha construido de manera proactiva una estructura económica moderna, ha creado la base y el espacio para la administración de las políticas macroeconómicas, ha aplicado activamente las tecnologías avanzadas en la producción, ha elevado la posición de las empresas y la economía nacional en la cadena de valor global y ha diversificado mercados y socios comerciales.

El período de 35 años de renovación se puede resumir en cuatro direcciones estratégicas, que incluyen: seleccionar el modelo de desarrollo; reinsertarse de forma activa a la comunidad internacional y participar en el proceso de globalización, pero mantener la independencia y la autodeterminación; sacar máximo partido de los logros científicos y tecnológicos, y fortalecer la capacidad de afrontar las incertidumbres y los impactos impredecibles que afectan al desarrollo del país.

Doctor Nguyen Duc Kien

Jefe del Grupo Asesor Económico del primer ministro de Vietnam

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