Cría de tilapia entre Vietnam y Cuba, más de una década de transferencia tecnológica

En medio de los vastos campos del municipio Palacios, en la provincia cubana de Pinar del Río, las jaulas de peces en el embalse La Juventud se han convertido en un “monumento” de la amistad Vietnam-Cuba en el corazón del pueblo.
El ministro cubano de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz (tercero desde la izquierda), y expertos vietnamitas celebran la exitosa cooperación. (Foto: VNA)
El ministro cubano de la Industria Alimentaria, Alberto López Díaz (tercero desde la izquierda), y expertos vietnamitas celebran la exitosa cooperación. (Foto: VNA)

La tecnología de cultivo de tilapia del país indochino ha ayudado a esta región a convertirse en un centro destacado de la acuicultura, contribuyendo a mitigar el desafío de la seguridad alimentaria en la isla caribeña.

El lema de Pescario, una de las principales empresas pesqueras de Cuba, de “No solo en el mar se encuentran tesoros”, cobra aún más significado cuando las jaulas de tilapia en aguas dulces se convierten en un “tesoro” real, brindando beneficios económicos y nutricionales a la población.

Cosecha de tilapia criada en jaulas en el lago. (Foto: VNA)

Cosecha de tilapia criada en jaulas en el lago. (Foto: VNA)

Una revolución impulsada por pequeñas hormonas

El año 2011 marcó un hito cuando los expertos vietnamitas introdujeron por primera vez la técnica de reversión sexual en la Unidad Empresarial de Base (UEB) La Juventud. Al agregar hormonas durante la etapa de cría de alevines, la proporción de peces machos, que crecen más rápido y alcanzan un mayor peso, se elevó al 98%, convirtiéndose en el núcleo de los modelos de cultivo intensivo.

El director de la UEB, Pedro Antonio González Graverán, destacó que esta fue la clave para el avance en la productividad.

La pandemia del Covid-19 en 2020 obligó a detener el proyecto. Sin embargo, en 2023, dos jaulas experimentales con 16 mil alevines de 25 a 50 gramos cada uno arrojaron resultados impresionantes: los peces alcanzaron un peso promedio de 860 gramos en tres o cuatro meses, con algunos ejemplares superando incluso el kilogramo.

Mercedes Domínguez, ingeniera veterinaria del la UEB, no ocultó su orgullo al afirmar que un crecimiento de ocho gramos por día era un sueño para la acuicultura cubana.

Lecciones de adaptación y creatividad

El éxito en Palacios provino de combinar tecnología avanzada con las condiciones reales de Cuba. A diferencia de los modelos industriales en Vietnam, los expertos del país indochino “cubanizaron” la tecnología para adaptarla al contexto local. En lugar de sistemas de aireación modernos, diseñaron jaulas flotantes que aprovechan las corrientes naturales. Los costosos alimentos industriales fueron reemplazados por subproductos agrícolas, complementados con nutrientes esenciales.

Nguyen Quang Tuat, experto acuícola vietnamita, compartió: “Tuvimos que 'esculpir' la tecnología según las condiciones reales: sin electricidad en el embalse y con recursos limitados. El mayor logro fue ayudar a Cuba a ser autosuficiente, desde la producción de alevines hasta el procesamiento. Aunque en el proyecto se importaron alimentos industriales de alta calidad desde Vietnam, el acceso a estos en Cuba es extremadamente difícil. Por eso, enseñamos a los cubanos a preparar alimentos para peces utilizando ingredientes locales como maíz, yuca y subproductos de mataderos”.

Las cifras hablan por sí solas: la producción aumentó de cuatro toneladas por hectárea en 2011 a 13,3 toneladas por hectárea en 2023, mientras que los ingresos de los trabajadores se dispararon de 13 USD mensuales en 2015 a 58 USD en 2023. El ambicioso objetivo es alcanzar 70-80 toneladas de pescado comercial en 2025, con una producción total del proyecto de más de 100 toneladas. Para 2026, cuando concluya el proyecto, Cuba podrá ser completamente autónoma en la tecnología de producción de alevines y cultivo de tilapia monosexual, una especie adaptable a aguas poco profundas y con bajo oxígeno, que ofrece carne firme y sabrosa, cumpliendo con los estándares de exportación.

El proyecto también cuenta con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) desde 2015, a través de un programa de mejora genética valorado en 297 mil USD. “Estamos sentando las bases para una acuicultura sostenible”, subrayó Loliette Fernández, representante de la FAO en Cuba.

Cosecha de tilapia criada en jaulas en el lago. (Foto: VNA)

Cosecha de tilapia criada en jaulas en el lago. (Foto: VNA)

De las jaulas a la mesa: El viaje de un sueño

Las tilapias de La Juventud ya están presentes en las mesas pinareñas y pronto llegarán a los menús de hoteles lujosos en Cuba y al mercado internacional. El objetivo del proyecto “Apoyo a la acuicultura en Cuba, Fase 3: Incrementar la producción acuícola en Cuba” es aumentar la producción planificada, proporcionar productos para la industria procesadora, la exportación y satisfacer la demanda local.

Según el ministro de la Industria Alimentaria de Cuba (MINAL), Alberto López Díaz, cada kilogramo de pescado ahorra dos USD en importaciones. “Cuba ha demostrado su potencial en acuicultura gracias al aprendizaje de la experiencia vietnamita. Nos comprometemos a convertir esto en un pilar económico, contribuyendo a la seguridad alimentaria y las exportaciones”, afirmó.

Miladys Naranjo, viceministra de MINAL, espera que el proyecto se expanda a nivel nacional, ayudando a reducir los dos mil millones de USD anuales gastados en importaciones de alimentos.

Hacia un desarrollo sostenible

En su más reciente visita a la provincia de Pinar del Río, el embajador de Vietnam en Cuba, Le Quang Long, propuso soluciones innovadoras: en lugar de extender la red eléctrica al embalse, desarrollar sistemas de energía solar para los aireadores. También sugirió aumentar la densidad de cultivo mediante mejoras técnicas, en lugar de depender de la electricidad.

El diplomático enfatizó que “la cooperación entre Vietnam y Cuba en acuicultura es un testimonio del espíritu de solidaridad e intercambio de conocimientos entre ambos países”, ratificó su disposición a acompañar a los hermanos cubanos en esta nueva etapa.

Grupo de expertos vietnamitas y cubanos en el acuario del distrito de Palacios, provincia de Pinar del Río. (Foto: VNA)

Grupo de expertos vietnamitas y cubanos en el acuario del distrito de Palacios, provincia de Pinar del Río. (Foto: VNA)

El éxito en Palacios es una historia de perseverancia. Desde un proyecto paralizado por la pandemia hasta los esfuerzos por reiniciarlo, los expertos de ambos países han demostrado el poder de una colaboración persistente.

“Cada fracaso nos llevó a sentarnos juntos, analizar y ajustar”, recordó con emoción Ariel Padrón, director ejecutivo del proyecto.

En las redes relucientes que se alzan desde las jaulas no solo hay peces, sino también esperanza en el futuro. Para Cuba, este es un paso crucial hacia la autosuficiencia alimentaria. Para Vietnam, es una prueba viviente de su filosofía de “compartir para crecer juntos”, donde el conocimiento sin fronteras se convierte en un puente sólido entre dos naciones.

Y, como dice el lema de Pescario, los verdaderos tesoros no solo están en el océano, sino también en los embalses de agua dulce de Palacios, donde la tecnología y la creatividad transforman desafíos en oportunidades, y donde la amistad entre Vietnam y Cuba florece y da frutos.