El país indochino, como muchos otros, tiene una gran necesidad de valores verdes para su recuperación socioeconómica después del impacto de la pandemia de Covid-19 y responder al cambio climático y la situación impredecible de la geopolítica mundial. Y el sujeto que genera valores verdes para la economía es la comunidad empresarial.
Empresas pioneras
La sociedad de responsabilidad limitada Suntory PepsiCo Vietnam lanzó una nueva botella de plástico 100 por ciento reciclado. Jahanzeb Khan, director general de la compañía, destacó que esta es la primera vez que las botellas de material reciclado de Pepsi se presentan al mercado asiático. Reducir los envases y sus residuos, así como cambiar a materiales más amigables con el medio ambiente, son uno de los cuatro contenidos prioritarios de la firma en la estrategia de desarrollo sostenible para el período 2021-2025, además de conservar los recursos hídricos, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la producción y las actividades comerciales, así como mejorar la salud de los consumidores, subrayó.
La tendencia de la producción verde también es fuerte en los nuevos proyectos de inversión que fluyen hacia Vietnam. El primer proyecto de mil millones de dólares de 2022 en recibir el certificado de inversión fue el de la fábrica danesa de juguetes de la sociedad de responsabilidad limitada Lego Manufaturing Vietnam, en la sureña provincia de Binh Duong. A un costo superior a un millón 300 mil dólares, el proyecto se ejecutará en un período de 15 años.
Cabe destacar que esta es la sexta fábrica de Lego en el mundo y la segunda en Asia, pero la primera neutra en carbono al comprometerse a usar electricidad procedente de cubierta solar y otras fuentes de energía limpia, en línea con las tendencias de consumo actuales en los países desarrollados. Además de la calidad y el precio, los consumidores están muy interesados en saber si el producto se elabora mediante un proceso ecológico. Estos factores se convertirán en una ventaja competitiva de los bienes y la economía nacional en el futuro.
Muchas localidades han emitido estrategias y planes de acción para buscar modelos productivos innovadores y sostenibles. Por ejemplo, la sureña provincia de Bac Lieu aspira a convertirse en un centro de energía limpia centrándose en la energía eólica, la solar y el gas. Con una política adecuada respecto a las inversiones, la provincia captó con éxito proyectos de plantas de energía térmica de gas natural licuado y plantas de energía eólica a gran escala.
También la sureña Ciudad Ho Chi Minh identificó tres tareas clave: limitar las emisiones de gases de efecto invernadero; aumentar el uso de energía renovable, así como ecologizar la producción, la vida y el consumo, centrándose así en eliminar los obstáculos institucionales para acoger la ola de inversión verde.
Movilización de recursos privados
En el foro “Puente de desarrollo de Vietnam 2022”, celebrado por el Ministerio de Relaciones Exteriores en colaboración con el periódico Economía Nacional, los oradores citaron datos del Banco Mundial y el Ministerio de Planificación e Inversiones según los cuales la nación sudesteasiática necesita alrededor de 30 mil millones de dólares para implementar la estrategia de crecimiento verde hacia 2030. Sin embargo, el presupuesto estatal solo puede aportar cuando más alrededor del 30 por ciento de los recursos, mientras se espera que el 70 por ciento restante sea financiado por el sector privado. La pregunta es qué políticas y soluciones se necesitan para movilizar y reunir recursos, y promover iniciativas y acciones de las partes interesadas en estos objetivos.
Según el subjefe del Comisión de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la Asamblea Nacional, Ta Dinh Thi, Vietnam necesita reformar y perfeccionar sus instituciones, políticas y entorno de inversión empresarial, además de continuar creando condiciones favorables para que las empresas y las personas accedan al capital, fomentar la inversión, la investigación científica, la transformación tecnológica, el modelo productivo y la innovación en una dirección verde y sostenible.
Reiteró que las entidades estatales deben continúan investigando, promulgando, modificando y complementando políticas y leyes estables relacionadas con el crecimiento verde en aras de generar confianza social, especialmente en el sector privado. Además, es necesario seguir enmendando y aprobando las planificaciones centrales y locales, así como investigando y desarrollando programas y paquetes de apoyo financiero verde para impulsar a la inversión y la transformación verde en diferentes niveles. Las empresas también están reestructurándose de manera fuerte para adaptarse a los nuevos modelos y tendencias moldeados durante y después de la pandemia de Covid-19, agregó.
Afirmó que el crecimiento verde es una tendencia inevitable, pero no exenta de dificultades y desafíos, especialmente para un país en desarrollo como Vietnam. Sin embargo, señaló que la nación tiene ciertas ventajas. En primer lugar, la determinación del Partido, el Estado y el Gobierno de acelerar la transformación económica hacia una dirección verde y sostenible. También, el aumento de la conciencia de las localidades, empresas y ciudadanos sobre la necesidad de la recuperación y el crecimiento verde sostenible, en línea con las tendencias mundiales de desarrollo.