Las conversaciones, que formaron parte de un proceso multilateral complejo iniciado en 2019 bajo la Resolución 74/247 de la Asamblea General de la ONU, se desarrollaron entre febrero de 2022 y agosto de 2024. Este proceso incluyó siete sesiones oficiales, una reunión ampliada y cinco encuentros entre sesiones, con la participación de más de 150 países, gigantes tecnológicos como Microsoft, Meta, Google y Amazon, así como ONG dedicadas a los derechos humanos y la tecnología.
Las negociaciones enfrentaron numerosos obstáculos debido a las diferencias en los sistemas jurídicos y políticos, así como en los valores culturales de los Estados miembros. Las tensiones estratégicas entre potencias globales, las distintas visiones sobre la gobernanza del ciberespacio y los intereses económicos y tecnológicos divergentes complicaron el consenso. Algunos países occidentales expresaron preocupación por un posible uso indebido del tratado que afectara la libertad de expresión, mientras que países en desarrollo insistieron en reforzar la aplicación de la ley y la cooperación técnica internacional. Incluso las divisiones internas en el Comité Ad Hoc amenazaron con descarrilar el proceso en varias ocasiones.
Asimismo, surgieron desafíos relacionados con la brecha tecnológica, los factores políticos y la viabilidad de asociarse con empresas tecnológicas para garantizar la aplicación del tratado.
En el futuro, la implementación de la Convención de Hanói dependerá de la consolidación de redes de aplicación de la ley, la modernización de la infraestructura digital y el perfeccionamiento de los marcos jurídicos nacionales.
A pesar de estas dificultades, el acuerdo final representa un compromiso global que refleja la determinación de establecer un marco jurídico unificado para combatir la ciberdelincuencia transfronteriza en la era digital.
El embajador Do Hung Viet, representante permanente de Vietnam ante la ONU, afirmó que la adopción de la Convención confirma que el multilateralismo sigue siendo efectivo incluso en tiempos difíciles, destacando la importancia del derecho internacional para abordar desafíos globales.
La ceremonia de firma tuvo como tema: “Combatir la ciberdelincuencia: compartir la responsabilidad, mirar hacia futuro”, reflejando el espíritu del tratado.
Xiaohong Li, directora de la Oficina de Enlace de la UNODC en Nueva York, elogió el papel constructivo e inclusivo de Vietnam durante las negociaciones, especialmente en los momentos críticos de estancamiento, lo que permitió alcanzar un consenso global.
Por su parte, Sudhanshu Mittal, director de Soluciones Técnicas de Nasscom (India), destacó que la Convención de Hanói es el primer tratado global de la ONU en este ámbito en casi dos décadas. Busca armonizar las leyes nacionales, mejorar las investigaciones transfronterizas, facilitar el intercambio electrónico de pruebas y reforzar la asistencia jurídica y técnica mutua. Para India, el tratado abre oportunidades para cooperación internacional, desarrollo de capacidades y fortalecimiento de marcos legales.
Mittal también elogió a Vietnam como país anfitrión, citando su Ley de Ciberseguridad de 2018, la capacidad de aplicación de la ley y una fuerza laboral digital cualificada. La clasificación de Vietnam entre los 20 primeros países del Índice Global de Ciberseguridad 2024, junto con una conectividad del 80 por ciento de la población, consolida su posición como sede ideal del evento.
La ceremonia en Hanói tiene un fuerte significado simbólico, ya que la Unesco reconoció a la capital vietnamita como “Ciudad para la Paz” en 1999. La elección de Hanói refleja confianza internacional en el liderazgo y la capacidad organizativa de Vietnam, según el embajador Jaime Hermida Castillo de Nicaragua ante la ONU.
La Convención y su ceremonia destacan la creciente presencia multilateral de Vietnam, reflejando su transición de participante pasivo a actor proactivo en la diplomacia global y consolidando su papel en la gobernanza digital.
Gracias a una preparación minuciosa, profesionalismo y un sólido espíritu de cooperación internacional, la ceremonia de firma de la Convención de Hanói promete un éxito rotundo, proyectando a Hanói como una “Ciudad para la Paz” y a un Vietnam dinámico que se afirma con confianza en el escenario mundial.