En una entrevista con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA) en Phnom Penh, con motivo de la ceremonia de la firma de la Convención de las Naciones Unidas contra la Ciberdelincuencia (Convención de Hanói), Thong Mengdavid, analista de geopolítica y asuntos internacionales del Instituto de Estudios Internacionales y Políticas Públicas (IISPP) de la Universidad Real de Phnom Penh (RUPP), valoró positivamente los esfuerzos del Gobierno Real de Camboya en la erradicación de redes de fraude digital en los últimos tiempos.
Sin embargo, el experto subrayó que Camboya no puede afrontar sola este desafío, y que es esencial la cooperación estrecha de la comunidad internacional y de los países vecinos de la Asean. En ese sentido, destacó que la Convención de Hanói, que se firma en Vietnam los días 25 y 26 de octubre, ayudará a Camboya a subsanar vacíos legales, fortalecer la cooperación internacional y mejorar la capacidad de intercambio de información y prevención del crimen digital.
Según Thong Mengdavid, las redes de fraude en línea operan de manera organizada y transnacional, aprovechando las zonas fronterizas con débil aplicación de la ley y casos de corrupción. Muchas víctimas son engañadas y forzadas a trabajar en centros de estafa digital donde sufren abusos y explotación.
Ante esta situación, a principios de 2025 el Gobierno de Camboya creó una unidad especial contra los delitos tecnológicos, desplegando una serie de operaciones a gran escala en todo el país. En los últimos cuatro meses, las autoridades desmantelaron 92 centros de fraude digital en 18 provincias, arrestaron a tres mil 455 sospechosos de 20 nacionalidades, abrieron 10 casos penales graves, procesaron a 75 cabecillas y expulsaron a más de dos mil 800 extranjeros. Además, cientos de víctimas de trata fueron rescatadas y repatriadas.
Camboya ha intensificado su cooperación internacional con países como Vietnam, Tailandia, Reino Unido, Estados Unidos y Corea del Sur, compartiendo información y pruebas, y colaborando con embajadas extranjeras para la asistencia a las víctimas.
Según Thong Mengdavid, estos esfuerzos muestran la determinación de Camboya, pero también la necesidad de un marco jurídico global que la Convención de Hanói puede proporcionar.
El analista subrayó que la aplicación de la Convención permitirá a Camboya mejorar su legislación sobre supervisión de datos digitales, acceso a la información, extradición y protección de las víctimas, además de demostrar su compromiso con los estándares internacionales de las Naciones Unidas contra la ciberdelincuencia, sobre la base de la ley, el respeto a los derechos humanos y la cooperación internacional.