Así lo afirmó Duong Phuong Thao, consejera comercial de Vietnam en Italia, en una entrevista con la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), con motivo del quinto aniversario de la entrada en vigor del EVFTA (1 de agosto).
La funcionaria destacó que el pacto ha sido un motor clave para que ambos países superaran los desafíos globales, como la pandemia del Covid-19, los conflictos geopolíticos y la inflación.
Desde su implementación, el EVFTA ha impulsado significativamente el comercio bilateral. La cifra de negocios aumentó un 49 por ciento, pasando de 4,62 mil millones de dólares en 2020 a 6,91 mil millones en 2024.
Las exportaciones vietnamitas a Italia crecieron un 58 por ciento, alcanzando los 4,94 mil millones de dólares. Entre los artículos destacados, el acero, los productos electrónicos, el calzado, el café y la maquinaria experimentaron aumentos de más del 100 por ciento. Otros productos como las mochilas, los sombreros y los artículos de mimbre también mostraron un notable crecimiento.
Por otro lado, las importaciones vietnamitas desde el país europeo ascendieron a 1,97 mil millones de dólares, un incremento del 30 por ciento. Esto se concentró en maquinaria, equipos y productos de lujo como el vino.
Según la funcionaria, el EVFTA ha otorgado ventajas arancelarias claras, promoviendo las exportaciones vietnamitas de productos agrícolas, acuáticos, textiles y electrónicos, y facilitando la importación de tecnología de Italia.
Este acuerdo no sólo ha ampliado los mercados, sino que también ha impulsado reformas institucionales en Vietnam, favoreciendo la producción sostenible y la atracción de inversiones italianas en tecnología y energías renovables.
Las empresas y el gobierno italianos han priorizado a Vietnam como un mercado clave para la internacionalización, apoyados por instituciones financieras que proporcionan garantías de crédito y plataformas de conexión para pequeñas y medianas empresas.
A pesar de estos avances, algunos sectores aún enfrentan desafíos para aprovechar al máximo los beneficios del EVFTA. La industria pesquera, por ejemplo, se ve afectada por la advertencia de "tarjeta amarilla" impuesta por la Comisión Europea sobre la pesca ilegal, lo que limita las exportaciones de camarones y bagres a Italia. Además, los altos costos de transporte y los largos tiempos de entrega afectan la calidad y competitividad de los productos vietnamitas.
Phuong Thao también destacó que las empresas vietnamitas deben mejorar la calidad de sus productos, cumplir con las estrictas normativas de higiene y seguridad alimentaria de la Unión Europea (UE), y modernizar sus procesos de producción para agregar mayor valor a los productos agrícolas.
En particular, la industria textil debe centrarse en mejorar el diseño y cumplir con las altas exigencias estéticas del mercado italiano para poder competir con países como China y Bangladesh.
Además, la funcionaria resaltó la importancia de mejorar la infraestructura logística, reduciendo costos y tiempos de transporte. El desarrollo de la industria auxiliar es esencial para que Vietnam reduzca su dependencia de los componentes importados y fortalezca su capacidad productiva interna.
Con el fortalecimiento de la cooperación entre Vietnam e Italia, Phuong Thao espera que el EVFTA siga impulsando el comercio y la inversión sostenible, especialmente en sectores clave como la maquinaria, las energías renovables, la moda y la alta tecnología.
Vietnam debe centrarse en la transferencia de tecnología desde Italia y mejorar su industria auxiliar para reducir su dependencia de las importaciones, aprovechando al máximo las oportunidades ofrecidas por el EVFTA, destacó.
No obstante, la funcionaria advirtió que la competencia de otros países del sudeste asiático, como Tailandia e Indonesia, está aumentando, lo que podría reducir la ventaja competitiva de Vietnam.
Mantener altos estándares de calidad, diseño y sostenibilidad en la producción será clave para que Vietnam mantenga su competitividad en un mercado global cada vez más competitivo, concluyó.