Esta ley tiene como objetivo proteger los derechos de los menores, garantizando un tratamiento adecuado según la edad, la capacidad cognitiva y la naturaleza del delito. La ley prevé medidas de manejo, sanciones y procedimientos para delincuentes juveniles, incluidas medidas de desviación como amonestación, compensación, educación comunitaria y educación en reformatorios.
La ley se centra en la educación y la rehabilitación de los delincuentes juveniles para ayudarlos a corregir sus errores, mejorar su comportamiento y convertirse en miembros útiles de la sociedad.
También describe las medidas de desvío, las sanciones y los procedimientos legales para los delincuentes juveniles. Aborda los procedimientos para las víctimas y los testigos, la ejecución de las sentencias, la reintegración en la comunidad y el apoyo a las víctimas. Especifica las funciones, los deberes y las responsabilidades de las organizaciones y las personas involucradas en la justicia juvenil.
Según la ley recién aprobada, los menores que pueden optar por el desvío incluyen aquellos de 16 a menos de 18 años que cometen delitos menores o graves, aquellos de 14 a menos de 16 años que cometen delitos muy graves (excluidos los delitos especificados en el artículo 123 del Código Penal) y los menores con papeles mínimos en delitos colectivos. Este reglamento tiene como objetivo proteger los derechos de los niños y al mismo tiempo garantizar el orden social.