Se trata de proyecto que cuenta con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente de Japón y está gestionado por el Centro de Medio Ambiente de Japón (GEC).
Nguyen Van Phu, encargado del proyecto de cooperación entre Sihub y Malai, informó que el plan se implementó en 2016 y se puso en operación piloto en junio de 2017.
El sistema es capaz de convertir los residuos orgánicos en electricidad o fertilizantes, con una capacidad diaria de 100 kilógramos a 25 toneladas de basura. Se puede utilizar en regiones marinas e insulares, así como en áreas rurales y urbanas.
Huynh Kim Tuoc, director de Sihub, dijo que esa tecnología es bastante adecuada para los desechos de Ciudad Ho Chi Minh y de otras partes de Vietnam, cuando el desperdicio de alimentos representa hasta el 89 por ciento de residuos sólidos.
Por su parte, Ichiro Hatayama, presidente del grupo Milai, dio a conocer que en el futuro, esta tecnología será diseñada y fabricada en Vietnam. Esta entidad japonesa y sus socios aplicarán y replicarán esta tecnología en el país indochino.