La aplicación de alta tecnología a la producción agrícola precisa más costos iniciales que los métodos convencionales, porque los productores deben invertir en equipos que sean adecuados para la tecnología y la gestión de la producción.
Sin embargo, esto ayudará a reducir los costos relacionados con el control de plagas. Además, al aplicar los avances científicos-tecnológicos a la producción, los productos cumplen con los estándares estrictos de calidad y se venden a precios más altos que los convencionales.
Con la tendencia actual de alimentación, los consumidores ya no eligen productos baratos sin tener en cuenta la calidad, la cual afecta directamente su salud a largo plazo.
La producción orgánica y con alta tecnología ayuda a los agricultores a obtener productos de calidad.
En el contexto de que los países se recuperan de la pandemia de la Covid-19 y enfrentan cambios climáticos complicados, el desarrollo de la agricultura verde, sostenible y de alta tecnología y amigable con el medio ambiente deviene la tendencia común actual.