Según el experto, a principios de 2020 cuando estalló el Covid-19, pocos esperaban que Vietnam, un país con casi 100 millones de habitantes y reconocido como una de las economías más jóvenes y de mayor crecimiento del Sudeste Asiático, se perfilara como un modelo exitoso para la preparación y respuesta ante una pandemia.
Citó al profesor Vu Thanh Van, de la Academia de Periodismo y Comunicación de Hanói, quien dijo que la comunicación y la implementación de políticas efectivas llevaron a la confianza del público en el Gobierno y dieron como resultado el apoyo y el cumplimiento de la política del Gabinete por parte de los ciudadanos. La confianza pública en el Gobierno de Vietnam durante la pandemia es un buen escaparate de esta relación.
James Borton también apuntó que, a principios de 2021, Vietnam se vio afectado por una cuarta ola de infecciones, impulsada por la variante Omicron altamente transmisible, que resultó en el cierre obligatorio de negocios no esenciales y puntos de venta de alimentos y bebidas y límites en los servicios de transporte en ciudades como Hanói y Ciudad Ho Chi Minh. A pesar de las dificultades económicas que atraviesan los ciudadanos, la implementación de la vacunación masiva por parte del Gobierno, que comenzó en marzo de 2021, demostró ser un camino importante para la reapertura del país.
Otro aspecto de la respuesta de Vietnam al Covid-19 fue la represión del Gobierno contra la corrupción relacionada con la pandemia. Esto ha incluido procesos penales por abuso de poder en relación con la distribución de kits de pruebas de coronavirus.
Un viceministro de Relaciones Exteriores fue arrestado por presuntamente recibir sobornos en relación con la repatriación de vietnamitas en el extranjero. Al permitir que se hicieran públicos los casos de corrupción por parte de los funcionarios, el Gobierno y el Partido Comunista ganaron la confianza de los ciudadanos no solo en sus esfuerzos contra el Covid-19 sino también en su campaña en curso contra la corrupción.
El experto igualmente sostuvo que la combinación de una política pandémica efectiva junto con medidas anticorrupción ha impulsado a la economía hacia una expansión del siete por ciento este año a medida que retroceden los riesgos del coronavirus.
Vietnam también ha redoblado sus esfuerzos para construir asociaciones comerciales y de inversión en el extranjero.
La reapertura del país y su trayectoria actual hacia una sólida recuperación económica pueden atribuirse a un fuerte sentido de comunidad y patriotismo y al liderazgo gubernamental fluido y flexible pero resuelto en respuesta a los enormes desafíos que planteó la pandemia mundial. Esto apunta al surgimiento del país como un fuerte actor económico y estratégico en la región, uno de los principales Estados miembros de la Asean y un socio muy buscado en el mundo de la competencia entre las grandes potencias, escribió James Borton.