Según el profesor Tsuyoshi Usagawa, destacado experto japonés en el campo de los semiconductores y asesor especial de la Universidad Vietnam-Japón (VJU), el objetivo fijado por el Gobierno vietnamita de formar al menos a 50 mil ingenieros en el ámbito de los semiconductores de aquí a 2030 es totalmente alcanzable, siempre que exista una implementación coordinada entre el Estado, las empresas y las universidades.
Vietnam se encuentra en un momento favorable para desarrollar su industria de semiconductores. Un informe de la empresa Deloitte señala que actualmente el país cuenta con más de 40 empresas activas en esta cadena de valor, concentradas principalmente en Hanói, Ciudad Ho Chi Minh y Da Nang.
En este contexto, el profesor Tsuyoshi Usagawa, profesor emérito de la Universidad de Kumamoto y experto asociado de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), presentó el programa de licenciatura en Tecnología de Semiconductores de la VJU, lanzado en septiembre de 2025, como una contribución directa a la estrategia nacional para el desarrollo de recursos humanos en este sector.
Varios expertos consideran que el modelo de cooperación entre universidades, empresas y centros de investigación es la clave para desarrollar de manera sostenible los talentos en el ámbito de los semiconductores en Vietnam.
Algunas grandes empresas vietnamitas, como Viettel y FPT, ya han comenzado a invertir en este sector, pasando del diseño de chips para las telecomunicaciones al de chips para el Internet de las Cosas (IoT) y la inteligencia artificial (IA).
Viettel, en particular, se prepara para construir la primera planta de fabricación de chips del país, añadiendo así un eslabón esencial que faltaba en la cadena de suministro nacional.
Paralelamente, el Ministerio de Información y Comunicaciones de Vietnam está finalizando la Estrategia Nacional para la Industria de Semiconductores con horizonte a 2045, que busca situar al entre los 10 primeros del mundo en capacidad de diseño de semiconductores y formar a 50 mil ingenieros para 2030.
Desde el punto de vista de los expertos, Vietnam se enfrenta a una “oportunidad de oro” para desarrollar su fuerza laboral en el ámbito de los semiconductores, un factor clave para fortalecer su posición dentro de la cadena de valor tecnológica mundial.