Así lo reveló un informe reciente de la Oficina de Estadísticas de Corea (Kostat), publicado el 24 de septiembre.
Según datos oficiales, los extranjeros que viven y trabajan en dicha región ganan, en promedio, unos 30 millones de wones al año (aproximadamente 21,4 mil dólares).
La zona incluye las ciudades de Busán, Ulsan y la provincia de Gyeongsang del Sur, donde actualmente residen cerca de 215 mil personas extranjeras.
Entre ellas, los ciudadanos vietnamitas representan el mayor porcentaje, con un 22,2 por ciento, seguidos por chinos de origen coreano (12,4 por ciento) y otros ciudadanos chinos (7,6 por ciento). Esta distribución refleja la alta demanda de mano de obra en sectores industriales clave de la región.
Casi el 60 por ciento de los trabajadores extranjeros está empleado en los sectores de manufactura y minería, que ofrecen ingresos relativamente altos.
En cuanto a salarios, los más elevados se registran en los servicios públicos y empresariales (31 millones de wones anuales), seguidos por la manufactura y minería (30 millones) y la construcción (25 millones).
A pesar de su contribución económica, muchos trabajadores extranjeros aún enfrentan desafíos. El idioma es la principal barrera para el 37,4 por ciento de los encuestados, mientras que un 17 por ciento expresó sentirse solo o aislado.
Sin embargo, la mayoría se mostró satisfecha con su empleo y su vida en Corea del Sur, con tasas de satisfacción del 75,2 por ciento y del 83,2 por ciento respectivamente en 2024.
La región suroriental de Corea del Sur ha sido históricamente un centro neurálgico de la industria pesada, especialmente desde la Guerra de Corea.
Ulsan fue sede del primer complejo industrial del país en 1962. Desde entonces, los conglomerados industriales de Ulsan, Busán y Pohang han experimentado un crecimiento acelerado, siendo pilares en sectores como la construcción naval y la refinación de petróleo.
En ese contexto, la presencia de trabajadores extranjeros, en especial vietnamitas, sigue siendo un componente fundamental para el desarrollo sostenible de la región.