En las provincias más afectadas de Sekong, Salavan y Attapeu, se han inundado muchas casas y una gran área de tierras de cultivo. Los deslizamientos de tierra bloquearon carreteras, lo cual provocó que algunas áreas quedaran completamente aisladas, mientras que las inundaciones también destruyeron las líneas eléctricas, carreteras y otras infraestructuras.
No hay informes completos todavía sobre las pérdidas causadas por el tifón.
La administración de seguridad de la industria energética del Ministerio de Energía y Minas de Laos ha solicitado el monitoreo del nivel de todas las presas y embalses y una estrecha coordinación entre los ministerios y agencias para actualizar las condiciones climáticas.