“Lamentablemente, Ho Chi Minh fallece seis años antes de ver concretado un sueño que ya intuía como realidad, y es la victoria definitiva sobre los invasores estadounidenses y la firma del acuerdo para unificar el norte con el sur de Vietnam”, expresó Aznárez.
Su testamento ratificaba su anhelo inquebrantable de que la independencia y la libertad eran un factor esencial para los vietnamitas, dijo y resaltó que “El Tío Ho dedicó su vida a una batalla liberadora que a través de las fuerzas de la revolución de liberación nacional incluyan a toda la nación”.
“De allí, que estaba convencido sobre el gran poder y la energía de las masas de su pueblo para por la vía armada, consolidar la victoria. Pero en todo momento, él aspiraba a que una vez concretado el triunfo sobre los imperialistas, era importante unificar y pacificar el territorio”, según Aznárez.
“Esto, precisamente, es lo que se concretará, reivindicando su legado, primero con la firma de la paz en París, en enero de 1973. Posteriormente ratificado, el 30 de abril de 1975, con la rendición y huida precipitada del invasor yanqui, y en julio del 76, con la tan ansiada reunificación de Vietnam del Norte con Vietnam del Sur, bajo la sigla República Socialista de Vietnam”, continuó.
Para Ho Chi Minh, la unidad del pueblo siempre fue, en tiempos de paz como en tiempos de guerra, algo de suma importancia. Basado en la doctrina de la liberación humana que es el marxismo-leninismo, utilizó esta teoría para inducir a sus compatriotas en la necesidad de profundizar en los derechos nacionales y en los derechos humanos.
También añadió que Ho Chi Minh aplicó la cosmovisión y la metodología del marxismo-leninismo para estudiar la realidad de Vietnam, y así encontró el camino de la revolución, donde el concepto de unidad en la teoría y en la acción de todo el pueblo, se convirtió en una consigna fundamental.
Desde esa práctica, es que surge el concepto de que sea el Partido el arma estratégica para permitir desarrollar el avance revolucionario, aseguró el periodista argentino.
Es evidente que para Ho Chi Minh, como para otros líderes revolucionarios de su tiempo, la unidad era un tema insoslayable, y que el Partido Comunista vietnamita ha realizado grandes esfuerzos para que otros partidos hermanos adscribieran a esa teoría, señaló.
Debemos generar “volver al pensamiento de Ho Chi Minh”, leer y releer sus textos, y convertirlos en una herramienta para ayudar a que esa idea liberadora permita avanzar hacia la unidad de las y los revolucionarios, concluyó.
