Solo en los últimos ocho meses, Afganistán ha recibido a más de dos millones de refugiados que han regresado a su tierra natal. Muchos expertos temen que este país del sur de Asia no pueda sostenerse por sí solo ante la llegada masiva de repatriados que cargan con el peso de la pobreza y la inestabilidad.

Pese a diferentes medidas tomadas, los flujos migratorios ilegales no han disminuido, sino van extendiéndose en América, Europa y África y amenazan con cobrar la vida de las personas involucradas.