"Un ataque de este tipo, justo al otro lado de nuestras fronteras, es un sombrío recordatorio de que la amenaza del terrorismo sigue siendo alta", dijo el primer ministro del país insular, Lawrence Wong, en Facebook.
El dirigente instó, además, al público a informar inmediatamente "cualquier persona o actividad sospechosa".
Las agencias de seguridad del país seguirán vigilando de cerca los acontecimientos de seguridad global y regional, añadió.
Dos agentes de policía murieron y otro resultó herido en el ataque ocurrido en el estado de Johor en Malasia a primera hora de la mañana del 17 de mayo. El sospechoso fue asesinado a tiros en el lugar por las fuerzas de seguridad.
Según el inspector general de policía de Malasia, Razarudin Husain, se alega que el sospechoso forma parte del grupo Jemaah Islamiyah (JI), que es un afiliado a Al Qaeda en Indonesia. El grupo fue autor de atentados con bombas en Bali en 2002, que dejaron más de 200 muertos.