De los restos, todos sin identificar, siete fueron hallados en las provincias de Attapeu, Sekong y Champasak, en el sur de Laos, y seis en la provincia de Ratanakiri, de Camboya.
En la ceremonia, Y Ngoc, vicepresidente del Comité Popular de Kon Tum, manifestó su respeto, pesar e infinita gratitud a los mártires, quienes consagraron su hermosa juventud a luchar valientemente y hasta el último aliento por la causa de la liberación nacional y el noble espíritu de amistad y solidaridad internacional.
Sus sacrificios contribuyeron a liberar al pueblo laosiano de los invasores y ayudaron a derrocar el régimen genocida de Pol Pot y a resucitar a Camboya, destacó. Señaló que ello es un símbolo grabado para siempre en el corazón de ambos pueblos.
Desde la estación seca de 1994-1995, el Grupo K53 del Mando Militar de Kon Tum ha encontrado y rendido póstumo homenaje en la provincia a cerca de dos mil 50 combatientes voluntarios vietnamitas fallecidos en los combates en el país y en los mencionados territorios vecinos.