Una creencia con las características de la filosofía vietnamita "Al beber agua se recuerda el manantial"
Según la creencia popular, la Era de los reyes Hung narra las hermosas leyendas sobre personajes que eran semidioses en los tiempos fundacionales del país.
Bajo las perspectivas de la cultura folclórica y la antropología, el mito sobre el hada Au Co no solo relata la historia de la madre y la bolsa de cien huevos, de la cual nacieron los antecesores para dominar el mar y las montañas de la nación, sino también es una historia del origen común, el vínculo familiar y la delimitación del territorio de todos los vietnamitas.
Mediante métodos científicos, arqueólogos, historiadores y culturalistas se han esforzado por encontrar evidencias que permitan interpretar aquel período y esbozar la construcción de Vietnam. Pero desde entonces y hasta hoy los vietnamitas siempre ha creído sinceramente que ellos son descendientes de los reyes Hung, originados de la bolsa de cien huevos de la madre Au Co.
Los tiempos de los monarcas Hung también ocupan una posición especialmente importante en la vida espiritual de los vietnamitas. Cabe destacar que tres de los cuatro santos inmortales, Tan Vien, Thanh Giong y Chu Dong Tu, pertenecieron a esta Era, al igual que la leyenda sobre Son Tinh y Thuy Tinh, que fabula la lucha contra los desastres naturales, la historia de Lang Lieu sobre la piedad filial y la fuerza de la unidad nacional en la lucha contra los invasores en la epopeya de Thanh Giong, entre otros. Cada uno de ellos es una mitología brillante, vívida y fascinante de la civilización vietnamita.
Así, los emperadores Hung se han convertido en un símbolo sagrado y muy cercano en la conciencia de los pobladores de la tierra en forma de letra S, sin necesitar de discutir sobre la autenticidad de sus leyendas.
Los vietnamitas consideran que los reyes Hung se encuentran en un reino sobrenatural, pero no tan suprahumano que los aleje de la gente. De esta forma, les suelen llamar “Duc To” (reyes ancestrales) para honrar respetuosamente, como si fueran de un nivel superior a los ancestros de su familia.
Según la historia de Vietnam, el homenaje a esos primeros soberanos del país floreció desde el siglo XII, antes de ser honrados oficialmente durante el reinado del rey Le Thanh Tong (1460-1497). Posteriormente, esta práctica dedicada a los “antecesores de la Patria” fue celebrada de forma habitual, desarrollándose y extendiéndose en toda la comunidad. La adoración a los reyes Hung y sus generales que protegieron el país y salvaron el pueblo se ha vuelto popular en muchos lugares, desde la antigua capital de Phong Chau hasta la franja central de Vietnam. Una peculiaridad de este culto es que los reyes Hung no desempeñan una posición única en las actividades religiosas, incluso en muchas localidades, ellos fueron "popularizados" y honrados junto con los antecesores de la familia.
Esto es una muestra de que la adoración a los reyes Hung no lleva características religiosas, sino más bien se resalta el valor de la moral, donde el afecto se convierte en una enseñanza sobre el agradecimiento a los antepasados, el espíritu de solidaridad y la unidad en la comunidad.
Cuando se hace sonar el tambor para iniciar la conmemoración de esos monarcas, las solemnes procesiones entran al Templo de los reyes Hung en representación de sus descendientes en todo el país. Gracias a esta práctica, la cultura popular alrededor de la montaña Nghia Linh (provincia de Phu Tho) se transmite de generación a generación.
Este culto es la convergencia de la cultura espiritual y la fuerza de la gran unidad nacional. El profesor y académico Phan Huy Le afirmó que las adoraciones a los antepasados del pueblo vietnamita se derivan del principio "al beber agua se recuerda el manantial", y entre ellas, la creencia en los reyes Hung es muy peculiar con un vívido significado al llevarse el espíritu de la unidad nacional. Recalcó que, a pesar de los altibajos de la historia y las feroces guerras, esta herencia invaluable del pueblo vietnamita, lejos de desvanecerse, adquirió una fuerte difusión en la vida.
Este culto fue inscrito el 6 de diciembre de 2012 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), convirtiéndose en el segundo patrimonio de la tierra de Phu Tho reconocido por esta organización después del canto folclórico Xoan.
Una preciosa herencia que refleja el espíritu de gran unidad nacional
El profesor Ha Van Tan opinó que en el mundo no hay otra nación que crea en la existencia de la tumba y el templo de un ancestro común para honrarlo en la peregrinación anual. Comentó que la práctica de adorar a personas con logros meritorios en y durante la fundación del país es usual en la región de Asia Oriental. Sin embargo, la participación a tan gran escala de toda la comunidad en los ritos y la adoración a los reyes Hung no es un fenómeno común, enfatizó.
Van Tan dijo que "los reyes Hung, antecesores de la Patria" fueron también un símbolo de gran unidad nacional para alcanzar la victoria. Cuando Vietnam todavía luchaba contra los franceses tras la Declaración de Independencia, el Presidente Ho Chi Minh firmó el 18 de febrero de 1946 un Decreto que “permite a los funcionarios tomar el 10 de marzo del calendario lunar como feriado para dedicarse en las actividades conmemorativas de los reyes Hung".
El orgullo sobre los reyes Hung está profundamente arraigado en los corazones de los vietnamitas de generación en generación, expresado como la responsabilidad de proteger la soberanía, tal como enseñó el Presidente Ho Chi Minh durante una visita al Templo de esos monarcas el 19 de septiembre de 1954: “Los reyes Hung tuvieron el mérito de fundar el país, nosotros debemos defenderlo juntos”.
Este año los vietnamitas celebran la fecha bajo una condición especial, cuando todo el país está unido para suprimir la epidemia del Covid-19. Esta vez, el programa para honrar a los fundadores no cuenta con las habituales actividades masivas propias del festival, pues estas se limitaron a una ceremonia solemne y sagrada. No obstante, los vietnamitas siguen mirando hacia este día feriado con el orgullo y la determinación de la unidad nacional para vencer la pandemia y alcanzar la victoria, como lo han hecho ante las invasiones y los desastres naturales en la historia del país.