El acto tuvo lugar en la oficina estadounidense encargada de la búsqueda de los desaparecidos en combate (MIA, por sus siglas en inglés), en Hanói.
Los restos, presumiblemente de un soldado norteamericano según las evaluaciones de los forenses vietnamitas, serán trasladados a Hawái, Estados Unidos, para su identificación complementaria.
Esta entrega constituye la repatriación de restos número 153 a partir de 1973, en virtud de un programa humanitario acordado entre ambas naciones.
Al hablar en la ceremonia, el embajador de Estados Unidos en Vietnam, Daniel Kritenbrink, agradeció la cooperación efectiva del Gobierno y el pueblo del este país en la búsqueda de desaparecidos durante la guerra.
Ratificó la voluntad de seguir apoyando a Vietnam en la realización de esta labor, a fin de devolver los restos de soldados estadounidenses y vietnamitas a sus familias, así como para superar las secuelas de la guerra.